Campeón de la Liga Europa · La celebración

Sevillismo y pasión en las gargantas

  • La ofrenda en la ciudad, séptima en siete años, se convierte en otra fiesta con la complicidad de los protagonistas y la filiación reconocida del alcalde.

Sevillismo a flor de piel, miles de gargantas rotas, puños cerrados, abrazos sentidos, sudor, lágrimas, rojo y blanco desparramado por el corazón de Sevilla... Todo en torno a un cilindro plateado de poco menos de un metro de altura que iba como un tesoro de una mano a otra en la que ya es su ciudad. Por tres veces ha subido la escalera del Ayuntamiento la Copa de la UEFA en los últimos años y por tres veces se ha postrado ante la Virgen de los Reyes llevada en volandas por un sevillismo enfervorizado.

Así, las palabras fluían con facilidad entre la euforia que presidía incluso los actos oficiales de celebración. El Ayuntamiento es una parada importante, importantísima, en el recorrido. El Salón Colón, donde el alcalde recibió al equipo, era un hervidero a la espera de vibrar con las palabras de los protagonistas. El primero, José Castro, este jueves más Pepe que José, que se estrenaba en estas lides presentando a la ciudad un título europeo "ganado con sufrimiento, trabajo, tesón y también la calidad de esta plantilla", decía el presidente, que se atrevía con una broma cargada de sevillismo hacia Juan Ignacio Zoido. Un recado de sevillista a sevillista: "Hemos venido siete veces en esta década a este Ayuntamiento, así que yo creo que a lo mejor este Salón Colón no, pero el alcalde debería ponernos aquí un salón que se llame Sevilla Fútbol Club".

Castro siguió dirigiéndose al alcalde, del que descubrió sus colores. "Como sevillista estará orgulloso. Nosotros lo estamos de que la entidad esté creciendo, con un equipo joven en el que intentamos meterle en vena a todo el jugador que firmamos lo que es este club y ésta una afición exigente. En una época difícil como la que vivimos, este equipo es motor para mucha gente, felicidad para muchas personas... así, que sólo puedo decir. ¡Viva el Sevilla Fútbol Club!".

Al grito de "¡Que bote el alcalde!", todo el Salón Colón obligó a Zoido a despegar al unísono los dos pies del suelo y esbozar una orgullosa sonrisa. Y tras repetir el gesto tres veces, tomó la palabra agradeciendo la dimensión que el Sevilla ha hecho dar a la ciudad. "Quiero dar la enhorabuena a los tricampeones de Europa. A esta plantilla, al entrenador, a Unai Emery y su equipo que han tenido que superar muchas dificultades. Y a los capitanes, que son el emblema de la casta y el coraje. A Rakitic, a Fazio, a Reyes y a Fernando Navarro. Fazio no es argentino, es sevillano y sevillista. Y acordarme de los que están arriba, de los que han disfrutado desde el tercer anilllo, empezando por Antonio Puerta". Nombrar al símbolo del dorsal 16 llevó a todos los presentes a trasladarse a cualquier partido en ese minuto. El nombre de Antonio Puerta cantado y gritado con fuerza interrumpía al alcalde, que reconocía después y sin tapujos su condición de sevillista: "Decía el presidente y decía bien. Como alcalde y como sevillista, estoy orgulloso. Han sido muchas las incorporaciones al equipo, pero qué pronto habéis sido capaces de conjuntaros. En Valencia un saque de banda de Coke, lo peinó Fazio y me gustaría saber a qué velocidad entró el cabezazo de M'Bia. El Benfica tiene una maldición, la de Guttman. El Sevilla tiene una bendición, los once hombres que salen a defender su camiseta y su escudo. Ha tenido dos ayudas importantísimas, una, desde la grada, y otra, el espíritu de Antonio Puerta. No quiero terminar sin recordar que habéis sido embajadores de Sevilla, habéis sido capaces de sacrificaros, ayer el cansancio, la casta y el coraje... Habéis llevado el nombre de Sevilla por Europa, fuisteis a Turín con un encargo, traerse la Copa, y aquí está, en su casa. Habéis cumplido con el objetivo".

Mientras, el sevillismo esperaba abajo y, ya desde el balcón, las palabras salían con mucha más soltura y, lógicamente, con bastantes más decibelios. Empezó Unai Emery, aún alucinado con la respuesta del sevillismo durante todo el torneo. "Todo esto empezó el 1 de agosto con 30.000 de vosotros en el campo, luego 4.000 en Estoril... Eso es una fuerza para los jugadores. Con vuestra pasión, con la fuerza que esta plantilla ha recibido y ha sido una responsabilidad grandísima".

Un día inolvidable, otro más, como tantos, en una década dorado para el Sevilla, para Sevilla.

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