El Valencia disputa con el Chelsea de Mata y Fernando Torres, en Stamford Bridge, el pase a octavos de final de la Liga de Campeones, un objetivo que logrará si empata con goles o logra la victoria. Si el encuentro acaba con empate sin goles o con victoria del Chelsea, el equipo valenciano quedará eliminado y jugará la Liga Europa, por lo que serían los ingleses quienes acompañarían al Bayer Leverkusen a la ronda eliminatoria.

Para lo que el Valencia considera una final, su técnico Unai Emery decidió viajar con veintiún futbolistas, tres de ellos porteros, en una convocatoria en la que está el argentino Ever Banega, que ultima la recuperación de su lesión. Éste, el tercer portero, Cristiano, y otro jugador serán los descartes de Emery para este encuentro, en el que ha decidido no contar por decisión técnica con los portugueses Miguel Brito y Ricardo Costa, protagonistas de diferentes polémicas a lo largo de la semana pasada. Mientras los lesionados de larga duración, Sergio Canales y Maduro no pueden jugar, Emery sí que recupera a Víctor Ruiz, uno de los centrales titulares del equipo.

El Valencia viaja en un buen momento deportivo si se observan el juego y los resultados de los últimos partidos, aunque está lastrado en la Liga de Campeones por los resultados de sus dos primeros desplazamientos, con empate en Genk (0-0) y derrota en Leverkusen.

Las victorias ante estos dos equipos en los recientes encuentros disputados en Mestalla le han permitido llegar al último partido con opciones, pero ante un rival potente y con jugadores de primer nivel mundial. Las cuentas iniciales de llegar al último partido con la clasificación asegurada no han salido en esta temporada.

La alineación del Valencia podría estar integrada por Diego Alves en la portería, con Bruno, Rami, Víctor Ruiz y Jordi Alba en defensa, mientras que el eje de la línea media sería para Albelda en tareas defensivas y Tino Costa en las ofensivas. Las bandas estarán ocupadas en la zona izquierda por Mathieu y en la derecha por Pablo o Feghouli, con Jonas en la mediapunta y Soldado como referencia ofensiva, siempre y cuando Emery no revolucione el equipo con un centro del campo más defensivo y dé entrada a Topal junto a Albelda y Tino Costa.

El Chelsea también se juega su supervivencia en el torneo en un momento en el que está inmerso en una crisis de juego, a pesar de que el sábado superó una mala racha de resultados al ganar con autoridad al Newcastle, equipo revelación de la liga inglesa esta temporada.

Esa victoria supone una inyección de moral de cara al choque europeo para los de Andre Villas-Boas. Una eliminación de la fase de grupos de la Champions dejaría en la cuerda floja al técnico portugués. El discípulo del madridista José Mourinho llegó este año a Londres con el cometido de consolidar un proyecto de tres años en el que ganar la máxima competición europea es uno de los principales objetivos, un logro que parece vetado a los blues a pesar de la fuerte inversión que ha dedicado el magnate ruso Roman Abramovich.

Una de las apuestas del club esta temporada fue precisamente el fichaje del ex valencianista Mata, que en pocos meses se ha consolidado como uno de los cerebros del Chelsea, quien mejor sabe repartir el juego hacia el inglés Sturridge, el marfileño Drogba y el también español Fernando Torres.

El ex delantero del Atlético de Madrid comenzará con toda probabilidad el duelo con el Valencia en el banquillo, como le ha ocurrido en las últimas semanas.

Torres, que llegó hace un año a Stamford Bridge procedente de Liverpool como una las estrellas más brillantes de la Premier League, atraviesa desde entonces un periodo de sequía goleadora. Con cuatro tantos en lo que va de temporada, ha superado el registro de la campaña anterior, cuando sólo sumó un gol a su cuenta. Entre los aficionados al Chelsea no convence pese a la defensa constante de Villas-Boas sobre el madrileño.