El Sevilla hizo los deberes en el último partido como local de la temporada 17-18. Ante el Recreativo, para el que el choque era una final teniendo en cuenta su complicada situación en la tabla, los pupilos de Dimas Carrasco se regalaron una goleada, si bien tuvieron que decir adiós definitivamente al título.

El conjunto nervionense comenzó la jornada en cuarta posición con 62 puntos. Y en ese mismo puesto la acabó, aunque añadiendo tres unidades a su casillero.

No obstante, el triunfo quedó empañado por sus rivales, que también cumplieron con sus obligaciones: el Málaga goleó al Tomares (2-6), el San Félix se impuso por la mínima a La Cañada (0-1), y el Betis se llevó los tres puntos de Almería.

No llegaron los tropiezos ajenos, pero sí los aciertos sevillistas, que se gustaron ante un Recreativo al que los nervios jugaron una mala pasada.

Después de aguantar los arreones locales durante toda la primera mitad, el conjunto onubense se vino abajo tras el gol de Juan Andrés. Más tarde, Mamadou dejó constancia de su inspiración para firmar un doblete ante Javi Roldán y asegurar la victoria.

Cuando el Recreativo vino a reaccionar gracias al gol de Álvaro Cascajo, ya era demasiado tarde. Y más aún lo fue cuando Viedma sentenció el pleito al poner el 4-1 en el minuto 87.

Así las cosas, el Sevilla ya no podrá levantar el título de vencedor del Grupo IV, ni tampoco disputar la Copa de Campeones, competición a la que se clasifican los ganadores de cada grupo (siete en total) y el mejor subcampeón, en esta ocasión el Tenerife, del Grupo VI, que suma 80 puntos.

Pero la Copa del Rey aún está en el horizonte. Por eso, la próxima jornada será clave: el Sevilla deberá ganar al Sevilla Este y esperar el pinchazo de Betis o San Félix.