Tras una victoria poco convincente contra el colista Pescara, la Juventus de Turín apunta todas sus fichas al duelo del miércoles ante el Bayern Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Pese a la derrota por 2-0 en el partido de ida, los italianos creen en sus posibilidades y van a pelear hasta el último minuto. "Será como una guerra", auguró el delantero Mirko Vucinic.

El atacante montenegrino anotó los dos goles de la Juventus en la victoria por 2-1 ante el Pescara, pero aun así el entrenador Antonio Conte no se mostró entusiasmado con su actuación. "Después de un partido así quizás lo deje en el banquillo", dijo el técnico, quien sin embargo admitió que "no jugó bien pero hizo dos goles".

Pero apenas hay alguien que crea que Conte vaya a renunciar a su máximo goleador contra el once alemán. Vucinic, que en el partido de ida jugó sólo 25 minutos por una gripe, espera con especial motivacion el duelo de la Champions. "El Bayern no va a encontrar una atmósfera agradable", anunció. Conte tampoco abandona la esperanza de seguir adelante. "Ahora pensamos en nuestro sueño. Soñar no cuesta nada", dijo. "Quiero un espectáculo infernal. Un auténtico espéctaculo infernal", advirtió Conte, que no se mostró intimidado por el reciente campeonato conquistado por el Bayern en la Bundesliga a falta de seis jornadas para el final. También la Juventus encabeza la Serie A con una amplia ventaja. "Vucinic está listo para el Bayern", tituló el Corriere dello Sport. Con un gol de penalti en el minuto 73 y una vaselina en el 78, el delantero de 29 años salvó a los turinenses.

Pero lo que más llamó la atención el sábado no fue su actuación deportiva, sino su inusual festejo tras anotar el 1-0. Tras convertir el penalti el delantero se sacó el pantalón y lo movió por encima de la cabeza. "Una idea espontánea", dijo Vucinic sonriendo. Bonucci reveló más: "Se lo había prometido a su hijo".