Un partido le bastó a Vargas para superar la cuenta goleadora de sus últimas dos temporadas en competiciones de clubes. El dato, llamativo, explica a la perfección una constante en su carrera: Vargas rindió siempre más en la selección que con sus equipos.

"Es la primera vez que marco cuatro goles, estoy muy contento. No comenzamos muy bien y creo que partido a partido fuimos tomando confianza y ya somos el mismo Chile de la Copa América pasada. Todos saben que somos los campeones y se demostró", alcanzó a decir al pie del campo de juego del Levi's Stadium, después de anotar cuatro de los siete goles de Chile.

Nacido en Renca, una comuna cercana a Santiago donde tiene su propia calle después de que la alcaldesa de la región renombrara la avenida Vicuña Makenna con su apellido, Vargas tuvo un paso destacado en la Universidad de Chile, pero sus mejores actuaciones siempre los registró en la selección.

Con los cuatro goles que le anotó a México, el goleador superó los dos tantos que marcó en la temporada pasada con el Hoffenheim y los tres que había logrado en la anterior con el Queens Park Rangers, cuando no pudo evitar el descenso en la Premier. Y quedó a uno de los cinco que logró en su breve paso por el Valencia en la 2013-14.

En su experiencia en el exterior, el atacante apenas acumula 24 goles en cinco temporadas, una cifra muy pequeña para lo que se espera de un goleador, en cinco equipos diferentes.

Sin embargo, cuando se enfunda la camiseta de la selección, Vargas se transforma. Desde que fue citado por primera vez en 2009, el Turboman, como lo apodaron en Italia, lleva convertidos 31 goles en 58 internacionalidades, con una media superior a medio gol por partido.

En la Copa América esos números crecen. Con su doblete ante Panamá y su póquer ante México, ya está como máximo goleador del torneo con seis tantos, dos por encima de Messi. Si se suman los cuatro que le valieron ser el máximo artillero de la edición anterior, Vargas acumula diez goles en diez encuentros.