Aunque el mercado esté siempre abierto por la posibilidad de contratar a un futbolista en paro o, la más remota, de utilizar la lesión de Odonkor a conveniencia, el Betis ha decidido no firmar a ningún futbolista antes de que acabe la temporada. Así, la petición de Víctor Fernández, quien pública y privadamente había solicitado la incorporación de un delantero, queda en principio insatisfecha.

Manuel Ruiz de Lopera, aunque sin mucho ímpetu ni fe en lo que hacía, trabajaba en las últimas semanas en dos frentes. Junto a su director deportivo, Manuel Momparlet, tanteaba las opciones de firmar a Tamudo o Nonda. El propio entrenador aragonés sondeaba el entorno de ambos futbolistas para saber de su estado de forma y predisposición a venir. Pero en ninguno de los casos va a ser posible.

A mediodía, el emisario que el Betis tenía en Barcelona negociando por Tamudo ya ofrecía al club malas noticias sobre el catalán. El presidente del Espanyol, en la reunión que celebraron, no le garantizaba cobrar la deuda pendiente con él, de 1.810.000 euros, y el futbolista decidía esperar a finalizar su contrato el 30 de junio y firmar en esa fecha ya como agente libre.

El caso de Nonda es similar. Aunque en este caso fue el club, a través de sus medios de propaganda, quien informó que el africano había decidido dejar de jugar hasta el 30 de junio para ponerse a punto de una antigua lesión de rodilla que le impide rendir a plenitud. "El jugador ha sido un caballero honrado y honesto, porque podía haber firmado sin tener intención de luchar por el ascenso", se llegó a oír en la radio bética.