El golfista norteamericano Tiger Woods compareció ayer ante los medios de comunicación estadounidenses por vez primera desde que se destapara el escándalo que precipitó su retirada provisional.

Tras pedir perdón en reiteradas ocasiones por su comportamiento, el jugador anunció que volverá a los campos de golf, aunque reconoció que desconoce cuándo ("algún día"), porque va a continuar con la terapia que comenzó hace mes y medio para mirar en su interior "y en su vida espiritual", aunque dejó la puerta abierta a un próximo retorno.

"No descarto (volver a jugar) este año", destacó y agregó que agradecía los jugadores y a la Asociación Profesional de Golf su paciencia y comprensión con su situación.

Woods pidió perdón públicamente por su "comportamiento irresponsable y egoísta" y también dijo que tiene "mucho trabajo que hacer" para ser una "mejor persona".