betis | valladolid

El más amargo adiós

  • El Betis se despide hoy de Primera en Heliópolis ante un Valladolid que sí se aferra a la permanencia. El último día de Feria y la alta temperatura aliviarán la bronca de la grada.

Si hace dos semanas, antes de comenzar su encuentro frente a la Real Sociedad, el Betis confirmó su caída a los avernos, hoy se despedirá de Primera en el Benito Villamarín, donde ya no volverá a jugar hasta la próxima temporada. Ese amargo adiós a una categoría que jamás debe perder por más que su historia, y algún otro, señale lo contrario, se producirá, previsiblemente, ante el desdén de su gente. El último día de Feria, el desplazamiento masivo hacia las playas del litoral andaluz y la alta temperatura que se registra en la capital hispalense aparecen como factores añadidos a ese hastío que viene sintiendo el bético.

En las últimas semanas, la actualidad verdiblanca viene apartada de lo deportivo. A los movimientos de las plataformas, de Lopera y sus adláteres o del propio consejo de administración se unió el viernes la juez Alaya, con un demoledor auto de procesamiento contra el ex dirigente bético y sus colaboradores, que coloca el final de la instrucción para este mismo mes, lo que, en teoría, servirá para clarificar el oscuro presente de la entidad. Todas estas circunstancias provocan que en las casetas o en cualquier tertulia entre béticos se haya comentado más el devenir de la institución que el partido de hoy ante el Valladolid.

Pero esto es fútbol y si el Betis afronta el encuentro con otra apelación a la profesionalidad como único argumento para su motivación -aunque sus últimas actuaciones la hayan puesto en entredicho-, su rival, el equipo dirigido por Juan Ignacio Martínez, acude a Heliópolis con la moral por las nubes tras su postrero empate del miércoles ante el Real Madrid, que, además de significar un golpe por arriba a la Liga, sacó a los pucelanos de la zona de descenso. Con ese aliciente extra, esta tarde se espera a un Valladolid más intenso que su rival verdiblanco, aunque también esa presión añadida le puede pesar en forma de nervios, sobre todo si con el paso de los minutos no coloca el marcador a su favor y las noticias que lleguen de otros campos no le son favorables.

Se apela en la capital pucelana al recuerdo de hace cinco años, cuando el Valladolid selló su permanencia tras igualar en Heliópolis ante un Betis que descendió. En aquella ocasión, a diferencia de ésta, era un duelo a vida o muerte entre ambos, aunque aquel final feliz ha sido recordado por muchos aficionados pucelanos, que hoy realizarán un desplazamiento masivo a la capital hispalense para apoyar a su equipo.

En el Betis de Gabriel Humberto Calderón las novedades deportivas son escasas y el técnico citó ayer a los disponibles a excepción de Álvaro Vadillo. La situación del puertorrealeño, castigado por el preparador argentino en las últimas semanas, será uno de los temas a tratar por el próximo director deportivo, una figura que se antoja indispensable para comenzar a preparar el Betis de la próxima temporada. Si la situación judicial provoca el rechazo de cualquier persona extraña al club bético, gente de la casa junto a profesionales que han trabajado recientemente en la misma serían los indicados para reflotar el proyecto deportivo.

No sólo se trata de decidir el nombre del entrenador del próximo año sino también de conocer en profundidad el mercado para afrontar con garantías el regreso a Primera. A estas labores se añadirá el diálogo con los jugadores de la actual plantilla, ante la previsible desbandada que se avecina. La inestabilidad que desprende el actual consejo provoca que los futbolistas tengan en su mente abandonar el club, lo que hará necesario un esfuerzo de los próximos rectores deportivos para convencer y retener a los que interesen, que tampoco parece que sean demasiados.

El adiós a Primera también será el último día en Heliópolis, al menos en partido oficial, para jugadores que sí han entrado en la historia del club. Rubén Castro, Jorge Molina y Salva Sevilla -junto a Nacho los supervivientes del último ascenso- partirán previsiblemente en el once inicial de Calderón y ninguno de ellos tiene garantizada su continuidad, por más que los dos primeros tengan contrato en vigor. También Paulao será otro foco de atención de la grada, después de que en su última comparecencia ofreciera esa bochornosa imagen de solicitar el cambio tras cometer dos groseros errores.

A todos ellos se añadirán los canteranos si Calderón decide colocar a alguno de ellos en el equipo inicial o durante el encuentro. Los juveniles Pedro, portero, Pozo, central, y Dani Ceballos, centrocampista, entraron en la lista del preparador argentino, que los podría premiar con minutos en Primera. Para los tres sería un caramelo dentro de esa amarga despedida del peor Betis que se recuerda.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios