Copa del Rey · Presentación

24 años, 9 meses y 12 días...

  • El Banca Cívica sueña con ganar el domingo un título casi utópico tras una larga travesía que se corona el 8 de mayo en el 25º aniversario · Será la décima Copa, con el grato recuerdo del subcampeonato del 99.

El aroma de la Copa del Rey siempre es agradable, más en tiempos oscuros de crisis galopante y mucha gente pasándolo mal. Insufla un aire de optimismo y de deportividad, amén por supuesto de competitividad, de lucha por el trono del monarca de la ACB, hoy apellidada Endesa precisamente por la necesidad del patrocinio. Hablando de mecenazgo, desde el 8 de mayo del 87 lleva un espónsor detrás del proyecto que puso en marcha Miguel Ángel Pino, factótum del invento en aquella etapa germinal. La Caja San Fernando se metió de lleno en la apuesta por el baloncesto, al objeto de alcanzar la élite e instalarse cómodamente en ella las posteriores temporadas. Dicho y hecho.

Todos ya saben que no subió el primer curso y sí el segundo de la mano de Pesquera y Abdul Jeelani. Y aquí sigue, con sus días de gloria y sus penurias deportivas, con sus subcampeonatos en la Liga, el de la Copa valenciana del 99 y el continental de Treviso el último abril. Queda lo más difícil: lograr la corona. Es complicadísimo, pero merece la pena el intento en esta Copa del Rey de Barcelona, en el Sant Jordi, que da comienzo esta tarde con los dos primeros cuartos, que para el Banca Cívica se abre el telón este viernes a las 19:00 frente al vecino rico, Unicaja, y que se cerrará el domingo con la gran final.

A ese duelo, al dominical, aspira esta tropa con el fin de ser los primeros en regalar un trofeo de nivel a esta casa que ese mismo día cumplirá 24 años, 9 meses y 12 días, si las cuentas no le fallan a uno de letras, desde su génesis.

El empujón en caso de éxito, a priori quimérico, utópico, un sueño, para una entidad que en breve vivirá otra fusión será un alegrón y una constatación de que la inversión en baloncesto, aun siendo muy relevante en época de vacas flacas, sigue siendo rentable.

Diez veces, contando la inminente, sumará en su currículo el ayer Cajasol y hoy Banca Cívica en la Copa del Rey. Sin duda el momento estelar, los instantes que se quedan para el recuerdo, están vinculados a la Fuente de San Luis valenciana, cuando en una final muy bien encarrilada las lesiones y Elmer Bennett, entonces en el Tau, truncaron las esperanzas del conjunto dirigido por Imbroda. En aquella ocasión se merendaron los sevillanos al anfitrión Pamesa y en semifinales al Barcelona.

Era febrero del 99 y el mayor logro cajista en la Copa. Antes, tres eliminaciones en los cuartos de final, frente al Real Madrid (93 y 96) y contra el Joventut (97). Después, siguió la inercia de equipo respondón, ya no sorpresa, y se coló en las semifinales en 2000 al vencer previamente al Gran Canaria y caer luego con Estudiantes.

Se ausentó un año y regresó en 2002, aunque poco pudo hacer ante el Barcelona en el primer cruce, mientras que dos temporadas más tarde, siendo Sevilla la sede, deleitó a su hinchada derrotando el conjunto de Aranzana al Pamesa en cuartos, aunque llegó el Tau de Scola y en la primera parte revoleó cualquier atisbo de alcanzar la gloria. Vino un bache de dos cursos sin premio y en 2007, en Málaga, el Cajasol de Comas nunca puso en aprietos al Tau. Tras otro periodo de sequía, volvieron los cajistas en 2010 con Plaza al mando y pelearon el triunfo al Barça en cuartos.

Ahora están de aniversario y quieren festejar por todo alto las Bodas de Plata sacando del cartel al Unicaja, un rival al que nunca se midió en la Copa y al que se le tienen ganas. Y viceversa.

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