Deportivo - Betis · la crónica

...Y apareció Campbell (2-3)

  • Un golazo del costarricense desde fuera del área le da al Betis un triunfo ante el Deportivo que lo sitúa muy arriba. Los verdiblancos se pusieron con 0-2, pero lo dejaron ir en 4 minutos.

El Betis circula en quinta velocidad y aún tiene a su disposición una sexta por si le hiciera falta para derrotar a rivales como el Deportivo. Los verdiblancos salieron con tres nuevos puntos en casillero de su visita a Riazor y lo hicieron gracias a una aparición estelar, tal vez incluso una subida a los papeles principales inesperada para muchos. Ya había marcado Rubén Castro dos goles, igualados posteriormente por Riki, pero faltaba por llegar el golazo de Joel Campbell, que se encargó de ponerle la guinda a un pastel cada vez más goloso. 

El costarricense había firmado un partido espectacular por el trabajo desarrollado en beneficio de su equipo. Si con anterioridad muchos habían censurado su manera de entender el fútbol un tanto egoísta, propia tal vez del cartel de estrella del que goza en Costa Rica, parece que Campbell se ha enterado definitivamente de lo que exige la Liga española. En el mojado césped de Riazor se pegó mil carreras hacia atrás para ayudar al lateral, ya fuera Nacho, de partida, o Chica, la mayoría de las veces con el desarrollo del juego y su ubicación definitiva en la banda derecha. 

Hasta que le cayó una pelota con el partido ya roto en el centro del campo. Oltra se lo había jugado al todo por el todo con un delantero por un central, con Bodipo por Roderick; Mel había apostado por la sensatez, metiendo primero a Vadillo por Salva Sevilla y deshaciendo el cambio después al volver al pieza por pieza cuando entró Rubén Pérez por Jorge Molina. Estaba claro que el triunfo estaba mucho más cerca del Betis que del Deportivo, pero fútbol es fútbol y quién sabía qué podía acontecer en ese tramo tan enloquecido. Entonces Beñat desahogó hacia su derecha, concretamente hacia el lugar en el que llegaba Campbell, quien tuvo unos metros de distancia respecto al lateral para controlar el balón, fijar el punto de mira y meter una extraordinaria rosca a la escuadra. 

El gol, el 2-3, no había podido ser más espectacular y era una manera perfecta para que el Betis se hiciera con tres nuevos puntos para sumar nada más y nada menos que 25 cuando a la primera vuelta del campeonato aún le restan por disputarse cinco jornadas más. Pero el partido había sido muchas más cosas que ese golazo de Campbell que permite a los hombres Pepe Mel mirar por encima a todos los equipos que integran en estos momentos la Liga terrenal, la que no cuenta al Barcelona y al Real Madrid y de la que también parece que se ha salido el Atlético de Madrid. 

Pepe Mel planteó el encuentro con la idea de formar un centro del campo sólido, integrado por Beñat, Cañas y Salva Sevilla, y a partir de esa premisa contar con la tremenda calidad ante el gol de sus tres delanteros, particularmente Rubén Castro. Atrás figuraban cuatro defensas que hace apenas un par de semanas nadie les hubiera puesto el cartelito de titular. La clave es que el Deportivo debía ir poniéndose nervioso y de esta manera, además del estado físico de un Valerón que no aguanta ya las exigencias de un partido de este nivel, acabarían llegando las opciones para ponerse de gol por propia inercia. Dicho y hecho, el Betis, que ya pudo ponerse por delante antes de los dos minutos de haber medido bien Beñat un pase hacia Rubén Castro, supo aguantar al rival a pesar de las ocasiones clarísimas que tuvieron Riki y Valerón para marcar primero. Fueron minutos en los que el juego de los verdiblancos no era brillante, pero daba igual, acabaría llegando alguna ocasión. 

El primero en tenerla fue Jorge Molina tras una buena jugada de Nacho y Rubén Castro, quienes serían posteriormente los protagonistas del despegue bético. Porque a la segunda sí llegaría el 0-1, todo a velocidad de vértigo. Apertura de Rubén Castro hacia Nacho, gran centro de éste y el cabezazo del propio delantero canario. El Betis había sabido hacer lo justo para golpear primero y hasta debió finiquitarlo todo cuando los mismos protagonistas volvían a asociarse para rubricar el segundo tanto. 

Pero entonces aparecen esas rarezas del fútbol imposibles de analizar con raciocinio. Dos acciones aisladas, un centro mal defendido al quedarse Beñat y romper el fuera de juego y un barullo dentro del área colocaban de nuevo un 2-2 que ni el más acérrimo de los hinchas del Deportivo debió creerse que era de verdad. Tocaba remar de nuevo para recuperar el mando de un partido que ya sí se había demostrado que era asequible para el Betis. Mel movió entonces sus piezas, Oltra lo hizo también y el Betis salía ganando por goleada con las permutas de ambos entrenadores. Y sería Campbell, con su extraordinario gol, quien se encargaría de darle toda la razón a Pepe Mel, aunque la lógica ya apuntaba que si no era en esa jugada, hubiera sido en otra. El Betis había sabido hacer todo lo necesario para ganar el partido y apareció Campbell para materializarlo en el marcador.

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