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Lo que se aprende en un año

  • El 27 de abril de 2013, en la jornada 31ª, el Cajasol amarró la salvación aun cayendo en Pucela y el 8 de mayo de 2014, en el mismo punto, tiene muy a mano el 'play off'.

Esta jornada, la número 31 de la temporada, es un buen momento para parar y pensar, para evaluar el aprendizaje, la catarsis de una plantilla que ha roto los moldes del baloncesto profesional por su juventud, la evolución desde el mismo punto del curso respecto a la pasada temporada. Juega en Santiago de Compostela el Cajasol este 8 de mayo de 2014 como el 27 de abril de 2013 lo hizo en Valladolid también a falta de cuatro partidos para el cierre de la fase regular. Entonces, en Pucela, amarró la permanencia pese a la derrota en el Pisuerga, que se ha convertido en hábito en los últimos tiempos; ahora, con cuatro duelos para cerrar los 34 reglamentarios, los sevillanos aspiran a dar un salto que prácticamente los cuele en el grupo de los ocho mejores, aunque un triunfo en Galicia no certificaría todavía el billete en primera clase.

Ni por asomo se parecen la anterior campaña y la presente, por más que la Liga Endesa haya bajado el nivel por la falta de liquidez y el éxodo de estrellas a otros mercados. Tiene mucho mérito el trabajo de esta plantilla, jugadores y cuerpo técnico, y la apuesta del club por la lozanía aunque las circunstancias hayan obligado a inventar. Quizás va siendo hora, y ya van tarde, de ir atando a algunos para el futuro inmediato. Y no nos referimos especialmente a los protagonistas estelares; en el proyecto están incluidos técnicos, fisioterapeutas, preparador físico. Si bien Caixabank no ha trasladado aún el presupuesto para el ejercicio venidero, este gasto (o inversión) es peccata minuta en comparación con el coste total.

A pesar de la angustia inicial con aquel balance de 0-3, los cimientos del proyecto se mantuvieron sólidos y la plantilla empezó a creérselo en la cuarta jornada, con la paliza al Laboral Kutxa. Claro que ha habido vaivenes, altibajos y resbalones de tronío (UCAM Murcia en casa, el choque en Vitoria, el inesperado tropiezo aquí con el Estudiantes), pero en general la nota es de notable alto o sobresaliente a tenor de las expectativas que había y los resultados cosechados. La Copa del Rey se quedó cerca y el play off está a la vuelta de la esquina tras embolsarse el Cajasol 16 triunfos de 30 (de 27, si no se cuentan las tres derrotas del arranque), los mismos que el Baskonia. Era un enorme reto darle forma y hacer competitivo a este plantel y ha sido una mayúscula hazaña convertirlo en un bloque compacto, ganador, respetado.

La trayectoria es para quitarse el sombrero, pero queda el último sprint para consolidar un sueño. No viene mal que pueda obtener la recompensa a domicilio, donde se encuentra a menudo más cómodo el equipo que en su propia casa, más presionado por la responsabilidad y con menos apoyo de la grada del que precisaría.

El Río Natura Monbus ha vivido un recorrido a la inversa que los hispalenses. Colmado de felicidad al entrar como octavo en el pasado play off, la escuadra de Moncho Fernández sufrió (también) los estragos del recorte presupuestario y vio volar a Andrés Rodríguez, a Kendall y a Mejri, principales puntales del edificio junto a Corbacho, quien sí sigue a la vera del Apóstol. Los santiagueses han pasado de pelear con los mejores a festejar la permanencia el pasado fin de semana. Ya sólo juegan por la honra al estar en tierra de nadie, pero acaso esa tesitura los puede convertir en más peligrosos. Llevan dos victorias en las 10 últimas comparecencias y han notado mucho la marcha de Muscala.

Al calor de su fiel afición y de la mano de Corbacho o el veteranísimo Guillén pueden menguar el rendimiento de los sevillanos; además, Freire en la dirección, Delas y Berzins dentro, y Pumprla o Dewar fuera están capacitados para amargar la noche cajista, aunque a priori los visitantes deben tener el mando de las operaciones a poco que endurezcan la defensa y ofrezcan su cara más temible.

Satoransky, Radicevic y Franch tienen que jugar con soltura para generar juego y no estáticos, bote tras bote, ya que ésa es la principal amenaza para perder bolas a diestro y siniestro. Bamforth ha adquirido la suficiente experiencia y cuenta con la valentía para tirar del carro si es necesario; Landry necesita actuar de forma menos alocada, aunque a veces dé resultado; con Mata hay que contar al haber despertado en este final de Liga, mientras que de Porzingis (ojalá se le haya pasado el atolondramiento por el draft), Balvin y Hernangómez se puede esperar a estas alturas que dominen la zona e intimiden a las torres gallegas.

Este máster en baloncesto de primer nivel debe ser coronado con la fase por el título por merecimientos y, como diría Aíto, para ver si así hacen un poco de presión y el dueño decide que la apuesta por este bonito proyecto tiene recorrido uno, dos, tres años…

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