La crónica

Ni por asomo arroja la toalla (58-66)

  • El Cajasol se pasea en Manresa hasta que le dio por especular y no por jugar · Los sevillanos no cesan en su empeño por el 'play off' y aún tienen opciones.

Al Cajasol no se le acaba la temporada, desde luego que no. Joan Plaza le ha metido en el coco a sus jugadores que por mucho subcampeones de la Eurocup que sean, aún tienen por delante otro objetivo que no por dificilísimo debe darse de lado. Quedaban cuatro jornadas antes de jugar en el Nou Congost y ahora ya son tres nada más. La buena noticia es que el club sevillano, erre que erre, no cesa en su empeño por asaltar la posición de algún privilegiado que se halle entre los ocho mejores al final de la fase regular. Venció en Manresa gracias a un partidazo perfecto en defensa los tres primeros cuartos, aunque se lo complicó al final por dedicarse a marear la perdiz en vez de anotar.

En definitiva, puede que llegue tarde y no se clasifique para la fase por el título, pero a Dios puede poner cualquiera por testigo: el Cajasol no arroja la toalla. La seriedad del equipo de Plaza en el arranque en el Nou Congost enmudeció un pabellón menos bullicioso de lo habitual, dicen que por ser un duelo matinal y televisado, aun estando en juego la permanencia para los catalanes.

La defensa minó la moral manresana en los dos primeros cuartos (24 puntos al descanso) y aunque Satoransky se anotara la segunda falta en el minuto 5, los sevillanos, con un estelar Bullock desde el triple y un Katelynas que lo han debido cambiar en las últimas semanas llegando la versión muy mejorada del anterior, estropearon el inicio a los locales: 3-14 y tiempo de Ponsarnau.

Los barceloneses encontraron una vía para acercarse superando la ayuda del pívot cajista en el perímetro y sacando ventaja. Majstorovic y Larry Lewis arrimaron al Manresa a cuatro puntos, pero un triple de Bullock cerró el primer episodio: 12-19.

A la fiesta llegó Urtasun en el segundo acto. El navarro quiere ayudar a pelear por el play off y junto al escolta yanqui y al ala-pívot báltico comandaron la nave hacia un parcial de 12-22 que aniquiló en parte al Manresa, que se marchó a los vestuarios con 17 puntos por remontar, aunque la mayor renta hispalense fue de 19. Empezó el segundo periodo con una intensidad atrás digna de mención y con un Juan Alberto Aguilar que suplió con minutos de calidad a Satoransky.

Con más de 15 puntos de margen, el Cajasol confiaba en mantener el ritmo en el segundo tiempo y que no le pesaran las faltas de los dos aleros, Kirksay y Sastre, ambos con tres, ni de Satoransky y Paul Davis, los dos con un par.

Daba la sensación de que el pescado estaba vendido en esta localidad de la Barcelona profunda, donde el baloncesto es el deporte rey y con una tradición de décadas. Pero no era así. El tercer cuarto se movió en parámetros similares a los dos anteriores, con una pujante defensa de los visitantes ante la que poco podía hacer Ponsarnau. Esto no era el Palaverde, no había el glamour de la Final Four de la Eurocup ni delante estaban la Benetton o el Unics Kazan, aunque sí un club que año tras año sobrevive a las penurias y que esta vez no quiere que le pille el toro. Por tanto, pese a que el tercer cuarto llegó a estar 20 puntos abajo (30-50), no podía confiarse ningún cajista. De hecho, el motivado (y cabreado con los árbitros) Montáñez colocó a 13 a los suyos con un triple, menos mal que rápidamente fue respondido por otro de Urtasun y por un tiro a seis metros de Davis (37-55).

Entonces el Cajasol, tras la charla técnica entre el tercer y el cuarto actos, decidió que no miraría más aro prácticamente hasta el final, que había que agotar las posesiones se lanzara o no y que todo estaría resuelto. Ayudaba que el Manresa se situara en el bonus en menos de dos minutos; no en vano, salvo una canasta de Bullock y otra de Katelynas, el resto de la anotación visitante fue desde el tiro libre.

Con Montáñez como líder y apareciendo al fin su mejor anotador, Slokar, el Manresa limó y limó ante un Cajasol más contemplativo que eficaz en ataque y que descuidó algo la defensa. Se enfangó el choque con tropiezos, antideportivas, pérdidas y demás gaitas que no hacían más que perjudicar a los hispalenses, dominadores clarísimos de la contienda y que se plantaron en el minuto final con sólo seis de renta. Menos mal que Slokar le arreó un mamporro en la cara a Katelynas y el lituano acertó desde la línea de personal para tranquilizar los ánimos. El Cajasol quiere y sueña con llegar al play off y no arrojará la toalla. Espera el Bilbao Básket.

- Ficha técnica:

58 - Assignia Manresa (12+12+13+21): San Miguel (10), Grimau (10), Montañez (14), Majstorovic (5), Slokar (8) -cinco inicial-, Gladyr (-), Alzamora (4), Hernández (-), Lewis (2), López (2) y Llorca (3).

66 - Cajasol (19+22+14+21): Satoranski (7), Bullock (18), Kirksay (2), Katelynas (14), Triguero (4) -cinco inicial-, Aguilar (2), Urtasun (11), Davis (5), Ivanov (3) y Sastre (-)

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, José Ramón Ortiz y Francisco José Zafra. Eliminados: Àlex Llorca (min. 32) y Uros Slokar (min. 40).

Incidencias: partido de la trigésimo primera jornada de la liga ACB disputado en el pabellón del Nou Congost ante 2.500 espectadores (media entrada).

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