Baloncesto l NBA

Un balance dispar

Cuando se aproxima el final del primer cuarto de temporada regular, ya se aprecia que lo que se avecina en la NBA va a ser diferente.

Primero, porque uno de los favoritos al título, los Heat, no pasa por sus mejores momentos y sus dos estrellas parecen estar de capa caída. Los de Miami no son ni un atisbo del equipo que hizo disfrutar hace dos temporadas con un sensacional Dwayne Wade y un inconmensurable Shaquille O'Neal. Incluso son últimos de la División Sureste con 4 victorias y nada menos que 10 derrotas.

Segundo, porque los Celtics parecen haber resurgido de sus cenizas y los aficionados de Boston comienzan a disfrutar de unos tiempos, que hace años fueron mejores. Los fichajes del polifacético Kevin Garnett y el especialista en tiros de tres Ray Allen, unidos al incombustible Paul Pierce, hacen del equipo del trébol uno de los aspirantes a obtener un anillo que no ganan desde 1986. Además San Antonio, con Duncan, Ginobilli y Parker, y Dallas, con Nowitzky y compañía, seguro que darán guerra, al menos, en las finales de conferencia.

El tercer factor que define por el momento este campeonato tiene un nombre, Juan Carlos, y un apellido, Navarro. Porque la incorporación del ex azulgrana ha supuesto otra positiva noticia para el baloncesto español.

La Bomba parece haber encajado muy bien en el esquema de juego de Marc Iavaroni. Pese a un inicio un poco dubitativo, Navarro está entrando cada vez más en juego, y ya le ha dado tiempo ha entrar en la historia de la mejor liga de baloncesto del mundo. Con sus 8 de 9 desde la línea de 7,23 en el partido ante los Hornets, el catalán se convirtió en el tercer jugador conseguir dicha marca en su estreno como novato tras Jason Kidd (1995) y Chris Duhon (2005). Hasta ahora, es el novato que más puntos ha logrado en un partido: 28 puntos en dos ocasiones. Ha jugado 14 partidos, con una media de 10,1 puntos, 2,2 rebotes y 2,1 asistencias por encuentro. Y logró 11 rebotes ante los Nets. Junto a Pau Gasol y Mike Miller, parece ser uno de los postes sobre los que se asentarán las bases del equipo de la pirámide el resto de la temporada.

Gasol continúa en la misma dinámica que los pasados años, estancado en un equipo inferior y promediando 17,1 puntos y 6,9 rebotes por partido -su media histórica es de 18,8 y 8,5-. Su equipo, pese a los intentos de su directiva, no está obteniendo los resultados esperados por Pau a comienzos de liga y sólo ha ganado cinco partidos de quince. Cierra la División Suroeste. Quizás la mejor decisión hubiese sido salir de Memphis cuando tuvo ocasión, pero la negativa del club y las diferencias económicas hicieron que el de Sant Boi no terminase en Boston o Chicago.

En Toronto se da una situación diferente. En los últimos encuentros, José Manuel Calderón parece haberse hecho con la manija del equipo. El extremeño está demostrando en su tercero año el porqué es un jugador NBA y está respondiendo con creces a la confianza que Sam Mitchell ha depositado en él. Junto con T.J. For, Chris Bosh y Andea Bargnani, parecen haber formado una sólida base que puede dar más de un quebradero de cabeza.

En el extremo contrario, pero en el mismo equipo, se encuentra Jorge Garbajosa. El pívot madrileño no tiene suerte. Sus problemas por falta de riego en zonas blandas y tejidos cercanos al peroné izquierdo no han remitido y se ha visto obligado a pasar por el quirófano, por lo que se perderá de 2 a 3 meses de competición. Sólo ha podido disputar siete encuentros con una media de 3 puntos en 10,5 minutos por partido.

Sergio Rodríguez tiene una papeleta complicada en su equipo. No está demostrando el talento que tiene y tampoco goza de minutos para ello: apenas 10 minutos de media con 2,5 puntos y 1,4 asistencias. O puede ser que su marcha a la NBA se haya producido de forma tempranera. Lo que está claro es que no es el mismo jugador que hace vibrar con sus cambios de ritmo y sus jugadas inverosímiles cuando juega con la selección española y cuando lo hacía en Estudiantes. Tiene tiempo y condiciones para arreglarlo y cambiar su suerte.

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