Betis Baloncesto

Un hasta luego a la ACB

  • La asamblea no aprobó la vuelta a una liga de 18 y el equipo confirmó su descenso a la LEB Oro

  • La vía legal, más encaminada a reclamar daños

La Asamblea de la ACB celebrada en Madrid.

La Asamblea de la ACB celebrada en Madrid.

El Betis Energía Plus descendió deportivamente en el Martín Carpena de Málaga el 14 de mayo al perder allí la última jornada de Liga. Y ayer, más de dos meses después, conoció oficialmente que jugará en la LEB Oro al no aprobar la asamblea de la ACB la vuelta de la competición a 18 equipos -se mantendrá en 17- y fuesen ratificados los ascensos de Burgos y Gipuzkoa.

Un año después (21 de julio de 2016) de que el Real Betis salvara la continuidad de la entidad, que iba a ser liquidada por el anterior propietario, para asumirla como sección propia, el descenso del conjunto verdiblanco se hizo efectivo, algo que podría haber pasado antes incluso de no haber frenado los movimientos para que el Palencia adquiriera esa teórica plaza decimoctava.

Se acabó así la incertidumbre de semanas y semanas. Sin votar. Y es que pese a que el Fuenlabrada incluyó la propuesta de que la Liga Endesa fuese de nuevo de 18, el debate suscitado y la negativa de varios clubes hizo patente que no se lograría el visto bueno de tres cuartas partes de la asamblea (13 clubes de 17), de manera que, igual que el conjunto madrileño introdujo la propuesta en el orden del día, la retiró. No se votó y los clubes que decían no (los de Euroliga) no quedaron señalados públicamente.

Algo parecido pasó a principios de junio cuando aún tenían voz y voto el Betis y el Manresa. Se intentó aprobar entonces cambiar los estatutos para que sólo hubiese un descenso y ser 18 con los dos ascendidos, pero la propuesta también fue vetada y no se votó.

El descenso del Betis Energía Plus, merecido en lo deportivo, se confirma de esta forma. El club sevillano tiene una demanda preparada al considerar que se han vulnerado sus derechos, ya que la asamblea de la ACB votó que, si no había acuerdo (no lo hubo por todas las partes, porque la asamblea no lo rubricó) antes del 5 de julio, las condiciones para los ascendidos debían ser otras y no las que finalmente fueron, en las que se imponía un "derecho de participación" de 400.000 euros anuales (por cuatro años), pero reembolsables en caso de descenso. "Ante el radical cambio de las condiciones de inscripción en la Liga Endesa y las sucesivas modificaciones en los plazos de aprobación de las mismas, el club activará la defensa de sus derechos, recogidos en los estatutos de la ACB, y a partir de este momento se reserva el ejercicio de las acciones legales que estime oportunas", anunció la entidad bética en un comunicado.

En cualquier caso irían más encaminadas a solicitar daños y perjuicios por el descenso (pérdida de ingresos por televisión y patrocinadores), aunque hay un precedente a tener en cuenta: en 2014 la ACB echó al Bilbao de la Liga por cuestiones económicas (deudas), el club vasco recurrió, obtuvo medidas cautelares y el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) obligó a que lo reingresara en la liga. No fue un problema para la organización ya que, pese a que el calendario ya está sorteado, lo fue con 17 conjuntos. Sin embargo, el TAD es un organismo dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD), por lo que, dado cómo se ha desarrollado el verano, cabría pensar que el recurso no prosperaría. Se da la circunstancia de que el pasado octubre la Audiencia Nacional anuló la resolución del TAD y le dio la razón a la ACB, pero la sentencia ya no tuvo efectos.

Ahora el conjunto sevillano debe centrarse en hacer un proyecto deportivo sólido para ascender el próximo año en una LEB Oro que será la más dura de los últimos tiempos. El club hispalense debe negociar ahora el cobro del Fondo de Regulación de Ascensos y Descensos (FRAD), en torno a1,6 millones de euros, asegurados por la ACB a este periódico, aunque podría ase a plazos. Parece que esa cantidad deberá ser sufragada por todos los conjuntos de la Liga, ya que antes el conjunto que bajaba recibía el dinero del que subía y ahora no.

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