Liga endesa | Crónica del Betis Energía Plus-Iberostar Tenerife

Un adiós jugado en chanclas (62-109)

  • El Betis se despide de la ACB con el enésimo ridículo de la campaña

  • Ante el Tenerife encajó la mayor derrota en casa de su historia

Cojan ya el avión, el coche o lo que sea y váyanse, pero háganlo con la cabeza agachada, porque no fueron dignos ni en el adiós, ante poco más de un millar de fieles que gastaron su tiempo (y lo tiraron) en ir a San Pablo a verlos. Los jugadores del Betis Energía Plus no sacaron ni el más mínimo resquicio de orgullo y vergüenza que les podía quedar tras una temporada para el olvido y protagonizaron el enésimo esperpento del curso ante un Iberostar Tenerife motivado y que hizo sangre: 62-109. Por segundo vez este año se batió el triste récord de la derrota más abultada en casa batiendo los 44 puntos con los que ganó el Baskonia hace tres semanas. Para echarse a llorar.

Nadie se salva de la quema. Sólo Urtasun, que debe ser el líder del proyecto del año que viene. Ni en el epílogo, ya sin la presión de jugarse el descenso porque desde hace una semana el club verdiblanco es equipo de LEB Oro, el plantel sevillano dio la cara. Unos porque, sencillamente, ya ha quedado sobradamente demostrado que no dan para más, que no tienen el nivel mínimo para jugar en la ACB. Otros, porque antes de entrar en el verano saltaron a un parqué que ha visto jugar a súper estrellas y finales de liga –¡qué tiempos aquellos!–, con chanclas, pensando en coger las maletas e irse.

Del partido hay poco que contar en realidad. El guión de casi toda la campaña: nula defensa –la inservible defensa de Jelly con su mirada ha encontrado seguidores–, un ataque mal dirigido y elecciones de tiro paupérrimas, ante un rival que con apenas un par de pases encontraba siempre un tirador solo. Abromaitis, Vasileiadis, Bassas..., destrozaron a los locales desde la línea de los 6,75. Como muchos de los conjuntos que se han medido con este Betis durante la temporada. En los primeros nueve minutos el cuadro insular ya doblaba en el marcador a su oponente (11-22) y el encuentro se acabó.

Los de Javi Carrasco, que ya en el segundo tiempo casi ni quería mirar lo que pasaba en la pista, dejaron sus cuerpos en la cancha mientras sus mentes estaban en la playa. Booker, una vez visto que ya no podía ser el héroe de la permanencia, se dejó ir hace semanas; Schilb anotó su primera canasta en juego en el minuto 25; Mikel Úriz volvió a ser el base individualista de los dos primeros tercios de liga; Kelly, a lo suyo, tirándose melones; Nelson, desparecido; Gacesa aporta lo mismo con que sin careta, nada; Iván Cruz pronto volverá a la LEB Oro, su lugar natural hoy por hoy..., y así con todos. Anosike trató de fajarse bajo los aros, pero el problema del Betis es global. No es un quiero y no puedo. Es que los jugadores ni quieren ni pueden.

Las imágenes del Betis Energía Plus-Iberostar Tenerife Las imágenes del Betis Energía Plus-Iberostar Tenerife

Las imágenes del Betis Energía Plus-Iberostar Tenerife / ACB Photo

Así las cosas, con los verdiblancos esperando a que el reloj se pusiera en cero para coger las maletas e irse y el Tenerife de Fotis Katsikaris gustándose, preparando su cita con el Real Madrid de los cuartos de final del play off con un auténtico sparring, las canastas iban cayendo de un solo lado sin remisión.

El cuadro insular se dio el gusto de igualar su récord de triples en un partido (17) y el de su mayor ventaja en un partido de ACB gracias a una canasta de Bassas, fiel reflejo del esperpento de temporada y de partido del Betis. Cuando parecía que ambos equipos habían firmado por fin la paz esperando que el encuentro se acabara, con los visitantes pasándose el balón mientras los locales esperaban con brazos en jarra, el base del Iberostar lanzó un triple que dulcificó el triunfo de los suyos con una doble marca para la historia dando una lección al rival. Si no luchas, te pisotean, aun cuando lleves chanclas.

Por fin se acabó la campaña y comienza el tiempo de reflexión. De los dirigentes y de la afición, a la que ni el hastío por estos dos últimos años le hizo levantar la voz en un nuevo ridículo de su equipo. Aunque una carambola de tamaño bíblico se produjera y lo invitasen a la ACB, este conjunto debe ser consciente de que su sitio es la LEB Oro. Dar ese paso atrás para crecer con el nombre Betis, no sólo de su mano, sino con ese nombre, pues es el dueño y deberá decidir qué quiere hacer con el baloncesto.

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