betis energía plus-burgos · la crónica

Sin vergüenza, defensa ni técnico (96-101)

  • El equipo hispalense tira por la borda 18 puntos de ventaja para perder ante el Burgos, un rival directo que ya respira.

  • Quintana, con una gestión paupérrima del encuentro, demostró que no da más de sí en el banquillo.

Blake Schilb (d), pelea el balón con Vlatko Cancar (i), durante el partido celebrado hoy en el pabellón de San Pablo de Sevilla.

Blake Schilb (d), pelea el balón con Vlatko Cancar (i), durante el partido celebrado hoy en el pabellón de San Pablo de Sevilla. / Efe

Por deméritos propios. El Betis Energía Plus vuelve a ser colista de la ACB por deméritos propios y sigue empeñado en pisotear el sueño de algún iluso aficionado que aún cree en la salvación. Imposible con un conjunto que tira a la basura 18 puntos de renta. Imposible con un entrenador que en 22 jornadas no ha hecho que su equipo defienda con cierta, ni siquiera mucha, intensidad y que sea capaz de cerrar el rebote. Su gestión del choque lo condujo a caer ante el Burgos por 96-101 y le costará su cargo al frente del equipo, pues esta dolorosa derrota se suma a la bochornosa del Palau y ya las opciones pasan por cambiar el timón y fichar. Si no, a la LEB Oro de forma más que merecida.

A quien se le diga que el cuadro sevillano cayó tras ir ganando por 18 puntos no se lo creería. Pero es así. Ni nervios, ni tensión ni miedos. Perdió porque es el peor equipo de la Liga Endesa. Los triunfos llegaron por exhibiciones personales de uno u otro, pero este grupo de jugadores nunca ha sido un equipo con todo lo que la palabra conlleva. La aportación del banquillo es nula, testimonial, incluido el técnico, y cuando al oponente de turno le da por fajarse un poco el cinco titular hace aguas. Tercer duelo consecutivo encajando más de 100 puntos. Dos en casa, cuando el plantel bético se jugaba la vida. ¿Orgullo? Nadie en la plantilla conoce su significado.

Y eso que todo parecía muy bonito al inicio. Demasiado. Anosike metía el culo para llevar a Huskic bajo el aro y superarlo ahí (ocho de los 10 primeros puntos locales llevaron su firma), Booker mandaba y rompía a Álex López para encarar la canasta y Nelson se unía al vendaval ofensivo bético desde el triple. Todo marchaba rodado ante un Burgos incapaz de imponer un ritmo alto en defensa y que en ataque no encontraba a Deon Thompson.

Quintana, por si acaso, no movía ni un varal y mantuvo a su quinteto titular más de 8.30 minutos, hasta que Alfonso Sánchez y Mikel Úriz le dieron un relevo a Schilb y Booker, respectivamente. Siguió metiendo el técnico verdiblanco gente de refresco y parecía que el plan funcionaba. Golubovic puso el +18 en el marcador en un San Pablo de fiesta (39-21), pero los más viejos del lugar saben que ni así este grupo es fiable y había que esperar la reacción de los visitantes. Diego Epifanio paró el encuentro en ese momento y los llamó a filas. Un triple de Fisher, una pérdida ridícula de Mikel Úriz y otra canasta desde más allá de la línea de los 6,75 metros de Javi Vega rebajaron la euforia.

Y eso que Schilb salió a relucir (ocho puntos en este cuarto) para frenar los nervios de los suyos con canastas importantes, pero el Betis ya no atacaba con la fluidez de antes y el Burgos empezó a cargar el rebote ofensivo con el deseo justo para amilanar al rival.

Se jugaba tanto el equipo, más allá de lavar la imagen tras la vergonzosa derrota en el Palau, que los nervios y el miedo lo agarraron de un plumazo. La canasta, que antes parecía una piscina, se empezó a hacer pequeña y el Burgos se encontró cómodo en ese intercambio de golpes sabedor de que moviendo un poco el balón siempre encontraría al tirador liberado. Al que dejan solo las ayudas que llegan tarde, o no llegan. Así, el Burgos llegó al partido y ahora el Betis debía empezar de cero tras tirar un +18 que para muchos equipos significaría ya un partido tranquilo, pero este Betis no sabe qué es eso.

Con la dinámica de un equipo temeroso y fiándolo todo al ataque y otro que iba a más tras ver perdido el choque, todo lo malo que podía pasar, pasó. Schilb y Booker mantenían a los suyos por delante, pero era todo ficticio. Un rival quería matar por ganar el choque. El otro se dejaba morir porque no tiene sangre. Sumar de uno en uno no es la solución y ni Anosike, ni Kelly ni Golubovic hicieron pleno desde la personal. Sebas Saiz se comía a un Golubovic que ni hacía el intento por saltar y los continuos errores locales daban más energía a un Burgos que se puso por delante por primera vez en el choque con un 2+1 de Sebas Saiz concedido burdamente por Iván Cruz.

Con 76-76 quedaba un cuarto por jugar. Pero todo parecía decidido. De hecho, nunca estuvo por delante el Betis en los últimos 10 minutos, desperdiciando opciones una y otra vez y concediendo mucho, demasiado, en el rebote. La solución de Quintana fue poner a Franch, que no había jugado nada hasta ahora, y Kelly se borró del choque pronto con la quinta personal. Con cuatro al inicio del último acto lo mismo Quintana debió reservarlo y probar con Zagorac de cuatro. Su ausencia no habría pesado tanto porque en ataque no estaba cumpliendo, pero su relevo es un Iván Cruz que se juega tiros indecentes. Schilb y Anosike se quitaban el rebote de las manos, lo que era pie para unos no lo era para otros y Burgos se vio con cinco puntos de renta. Apareció Booker para ilusionar, pero los fuegos de artificio se acabaron para un equipo sin sangre que desconoce el significado de la palabra orgullo. Un conjunto sin alma empeñado en perder, porque con 94-97 desaprovechó dos pérdidas de Fisher para apurar sus posibilidades fallando dos triples Schilb y Nelson. El tiempo de Quintana, y puede que el del Betis en ACB, se agota.

Ficha técnica:

96 - Real Betis Energía Plus (33+21+22+20): Booker (30), Nelson (12), Schilb (12), Kelly (13), Anosike (21) -cinco inicial-, Alfonso Sánchez (1), Iván Cruz (2), Uriz (-), Urtasun (-), Zagorac (2), Franch (-) y Golubovic (3).

101 - San Pablo Burgos (21+28+27+25): Fisher (14), Álex López (7), Cancar (11), Thompson (15), Huskic (17) -cinco inicial-, Schreiner (-), Barrera (6), Vega (6), Saiz (12), Jenkins (9) y Martínez (4).

Árbitros: Pérez Pizarro, Perea y Martín Caballero. Eliminaron por faltas personales a los locales Kelly (m.33) y Nelson (m.40), y al visitante Álex López (m.39).

Incidencias: Partido de la vigésima octava jornada de la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo de Sevilla ante 4.419 espectadores. EFE

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