Javi Carrasco afronta la recta final de temporada con menos esperanzas que cuando cogió las riendas del equipo, pero con las mismas ganas de, al menos, intentar cambiar la imagen del conjunto verdiblanco en los encuentros que restan. "Afrontamos el partido con el deseo de lavar la imagen. El rival está a otro nivel, pero tenemos que cambiar, porque lo del otro día fue indigno", indicó el técnico hispalense.

"Quiero pensar que todos creen. Habrá casos aislados, porque no podemos meternos en la cabeza de los jugadores, pero en general no hemos perdido la esperanza", afirmó el preparador sevillano, que al menos en su mensaje se sigue agarrando a un clavo ardiendo: "Somos profesionales y si hay una mínima opción matemática hay que pelearla. Es pequeña y no podemos engañarnos, pero hay que ir a muerte. Además de las opciones matemáticas también es una cuestión de dignidad, porque no se lo merece la afición ni los trabajadores del club".

"Voy a ser franco y sincero. Hemos hablado con los jugadores, son conscientes de lo que hemos hecho mal, asumen la responsabilidad y lo único que esperamos es ir a por todas frente al Real Madrid. Saben que no puede volver a ocurrir lo del otro día y han reconocido en el plano general los errores", añadió Carrasco, que apuntó: "Debemos priorizar nuestros problemas. Lo primero es la falta de intensidad y luego viene el resto. No es fácil jugar en esta situación. La intensidad tiene primero una cuestión de deseo y luego de poder", destacó antes de "pedir de nuevo disculpas por el partido del otro día". "Aún se me cae la cara de vergüenza".