A falta sólo de tres jornadas para el final de la competición, resulta poco probable que surja ahora un Betis Energía Plus dominador y con peso para imponerse sin apuros a los tres próximos rivales: Obradoiro, Andorra y Unicaja. Un milagro haría falta para que, en esta recta final, el conjunto entrenado por Alejandro Martínez sea capaz de mejorar los 76 puntos de media que lo sitúan como segundo equipo con peores marcas anotadoras (sólo mejora al Manresa, con 74,4) o el cuarto peor en defensa (encaja como media 83,9 puntos).

Era una frase que repetía Zan Tabak desde el inicio de la temporada. Lo hacía con reiteración: el equipo no tiene puntos en las manos ni un perfil adecuado para defender con agresividad. De aquellos polvos, estos lodos actuales.

Los diversos parches que desde los despachos del club han procurado mejorar las prestaciones del plantel durante la temporada no han funcionado. Particularmente desafortunadas fueron las contrataciones de DeAndre Kane y de Aleksander Marelja. A las críticas sobre la fecha de dichas incorporaciones -hay quien ha calificado que debieron haberse hecho mucho antes- deben añadirse sus respectivos rendimientos. Si el frívolo escolta estadounidense, ya cortado, no era el idóneo para un estado como el del equipo bético, el ala-pívot serbio apenas promedia dos puntos en los siete encuentros disputados hasta la fecha. En comparación con la escasa aportación de los llegados -en cuya nómina podría incluirse asimismo a Domen Lorbek, cortado por lesión-, la aparición de Troy DeVries. Él y Mahalbasic son los dos refuerzos que han caído con buen pie en San Pablo.

El americano superó la marca de su debut (9 puntos) y anotó 17 contra el Barça con un valioso tres de seis en triples. También destacaron sus seis rebotes, con los que se convirtió en el mejor jugador verdiblanco en ambos capítulos.

Lástima que DeVries haya recalado en Sevilla a falta de cinco jornadas y no lo hiciera antes. Otra sería quizá la situación si los 13 puntos, cuatro capturas y 14 de valoración que promedia DeVries hubieran llegado antes.