No son pocos los nombres y ofrecimientos que llegan al Betis Energía Plus. El equipo busca en el mercado un pívot, prioritariamente, y un base. De hecho incluso se valora la posibilidad de incorporar a un director de juego pro lo que queda de temporada y no sólo durante el tiempo que esté de baja Chery, lesionado con una rotura de los isquiotibiales de la pierna derecha que lo tendrán alejando de las pistas al menos otras tres semanas. No es la idea cortar al norteamericano, sino que cuando vuelva sea una pieza más polivalente que pueda actuar también de escolta, dado que tiene puntos en sus manos. Pero no todos los ofrecimientos que llegan a la dirección deportiva son viables económicamente.

Ya le pasó a Zan Tabak en el todopoderoso Maccabi la pasada campaña. El conjunto hebreo tuvo problemas en el juego interior el pasado curso y el técnico tanteó a algunos jugadores. Una opción fue entonces Zoran Erceg, sin equipo, pero sus elevadas pretensiones lo descartaron. "Pedía 1,5 millones de euros en verano. Después aceptaba un 20% menos con la condición de jugar sólo la Eurocup, pero no la liga israelí", detallaba David Federman, propietario minoritario del club el pasado febrero. El croata también ha sido ofrecido y Tabak habló con él, pero es imposible para el Betis. También ha hablado directamente el técnico con Stanko Barac, un perfil que gusta aunque preocupa su estado físico, ya que está libre desde que acabase la campaña pasada y a día de hoy todavía pide más de lo que puede llegar el club.

Un caso parecido es el de Donnie McGrath. Estuvo cerca de fichar en verano pero se fue finalmente al Lietuvos Rytas, con el que rescindió poco después por problemas personales. Ahora juega en los Long Island Nets de la D-League, aunque no ha disputado los tres últimos encuentros (ayer incluido). Es el tercer máximo asistente del campeonato (9 asistencias de media y 9,8 puntos) y ha sido ofrecido, si bien no vendrá tampoco a Sevilla.