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El punto, el apoyo y el hito (63-70)

  • El Betis Energía Plus suma en Murcia su segundo triunfo seguido.

  • La solidaridad defensiva y el talento de Kelly y Schilb fueron decisivos.

El pívot nigeriano de Real Betis Energía Plus Anosike Oderah (c) intenta tirar a canasta ante los jugadores del UCAM Murcia.

El pívot nigeriano de Real Betis Energía Plus Anosike Oderah (c) intenta tirar a canasta ante los jugadores del UCAM Murcia. / EFE

Quién hubiera adivinado hace apenas tres semanas que el Betis Energía Plus, ese equipo que se arrastraba por las canchas de España, ganaría dos partidos seguidos y haciéndolo, además, con sendas lecciones magistrales de solidaridad colectiva. Se decía en este periódico días antes del encuentro que la victoria en Murcia, en caso de darse, debería contar con esa palanca fundamental que mueve a los equipos en estado de crisis de ansiedad tras diez derrotas. La defensa, en efecto, resultó nuevamente el punto de apoyo para darle la vuelta al marcador en el tercer cuarto después de llegar a ir perdiendo de 13 puntos (44-31) en el minuto 22 del encuentro.

El ejercicio de concentración y socorro al compañero llevado a cabo en la segunda mitad por los béticos resultó incluso más prodigioso que el obrado en la primera parte ante el Obradoiro el domingo anterior. Si al equipo compostelano, tarea titánica mediante, se lo dejó con sólo 26 puntos en su haber, en el Palacio de los Deportes de Murcia, ayer, los hombres de Óscar Quintana impidieron a su rival anotar más de 24 unidades tras la reanudación. Ésa fue la clave del choque, sin duda, el apoyo grupal que se vio complementado por el punto de los hombres que lo tienen en las manos. Se trata de los jugadores Ryan Kelly y Blake Schilb, quienes ejecutaron un tercer cuarto portentoso en cuanto a la elección del momento y a acierto en el tiro. Entre ambos, con el añadido de la lucidez en la dirección de Mikel Úriz, cumplieron con creces en su cometido: suyos fueron 21 de los 23 puntos béticos en este tercer parcial.

Definidos los apuntes esenciales del choque, cabe aclarar en primera instancia la cantidad de errores cometidos por ambos contendientes en el mediodía murciano. Hubo periodos en los locales y los visitantes parecían empeñados en no ganar, dada la multitud de pérdidas no forzadas de la pelota, así como los yerros en tiros liberados, que ambas partes protagonizaron.

Ésa fue la tónica que predominó en los primeros minutos del encuentro. Al equipo verdiblanco le iba de maravilla volcando su defensa sobre Hannah y Oleson, los mejores tiradores murcianos. El plan defensivo iba funcionando. No tanto en el ataque. Nadie parecía entonado. Ni Kelly ni Anosike ni Draper estaban teniendo su día en el aro adversario. Schilb ni siquiera se había probado.

A Hannah, no obstante, empezó a calentársele la muñeca. Dos triples suyos ponían al UCAM cuatro puntos arriba (12-8). Alfonso Sánchez respondió con un triple nada más entrar en la cancha (12-11). Mandaba el equilibrio. Un gran movimiento de Anosike en la pintura murciana y otro triple de Alfonso Sánchez -dos de dos en el primer cuarto- elevó a dos la ventaja bética al término del primer parcial (14-16).

Úriz, que mejoraba una semana más en la dirección a Draper (y al resto), prolongó la ventaja tras una penetración en la primera jugada del segundo cuarto (14-18). El partido cayó otra vez en una fase de errores en una correspondencia de ida y vuelta. Una nueva penetración de Úriz, el mejor bético en la primera mitad, mantuvo a los verdiblancos por encima. De repente, llegó la pájara de los béticos. Entre Hannah y Benite fueron reduciendo la ventaja visitante hasta que el Murcia se situó por arriba (28-26). Draper no se entendía en un pase con McGrath, quien, a su vez, no se entendía con nada ni con nadie -vaya partido del base con pasaporte irlandés- y Quintana, para ahondar en la crisis, cometió una técnica que abrió en canal a los béticos. El UCAM se ponía 37-28 tras una ristra de tiros libres y un triple de Benite. El Betis se había diluido.

Fue sólo un espejismo. En el tercer cuarto tomaron la responsabilidad Kelly y, al fin, Schilb, quien había pasado desapercibido en la primera mitad. Unos fabulosos porcentajes de ambos, a lo que se sumó una gran presencia de Anosike en los dos aros, dieron la vuelta al marcador en favor del equipo cajista, que tuvo fe en la remontada.

El Betis iba recortando la ventaja local al ritmo de sus inspirados tiradores, cuyo colofón llegó con una técnica de Ibon Navarro, quien puso la puntilla de este desgraciado tercer cuarto murciano. El Betis se iba al último cuarto con un 50-54 a favor.

Un triple de Úriz al inicio del cuarto final ofrecía buenos presagios, aunque aparecieron nuevamente las malas decisiones y las pérdidas -el equipo bético acabó con 20-, que hicieron surgir la duda cuanto todo parecía encarrilado. El Murcia llegó a empatar a 57 tras un triple de Urtasun.

Una antideportiva de Golubovic, a falta de cinco minutos para el final, hizo temer lo peor. Sin embargo irrumpieron Schilb y Kelly, guadianescos en ciertas fases de este último cuarto, para hacer sumar a los béticos la segunda victoria de la temporada, segunda seguida. Todo un hito.

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