Si bien era de esperar que el Betis Energía Plus no se impusiera a todo un Barcelona, la derrota de la última jornada frente al San Pablo Burgos, un rival directo en la pelea por la permanencia, ha caído en el vestuario bético como un jarro de agua fría. Nuevamente colista en la Liga Endesa, el equipo verdiblanco precisa de una cierta estabilidad que ayude a dar confianza para la segunda vuelta. El objetivo de la permanencia sigue siendo hacedero después de la debacle de los primeros diez encuentros perdidos y hay que mirar al horizonte con optimismo. Como reto más inmediato está el choque en Vitoria.

"Tenemos que ser positivos. La cancha del Baskonia es una de las complicadas, pero ellos tienen también la urgencia de clasificarse para la Copa del Rey, como nosotros tenemos la de mantenernos", explica Rocky Jarana, miembro del cuerpo técnico del Betis Energía Plus y ex jugador del entonces Caja Álava vitoriano, quien añade que, por mucho potencial que parezca tener el rival sobre el papel, no hay nada dicho: "Tenemos que jugar nuestras bazas, pues contamos con nuestras armas. La clave va a estar en que sus hombres altos no jueguen cómodos", afirmó el técnico cajista en los medios del club verdiblanco.

No quiere caer Jarana en el pesimismo. El equipo ha experimentado una transformación en el último mes y medio, traducida en cuatro victorias en seis partidos, en una dinámica que ha de continuar con el agregado de una mayor regularidad. "Los triunfos han servido para que los jugadores sepan que son buenos y que su trabajo sirve para algo. Lo que debemos hacer es ser más consistentes, ser más regulares, sabiendo el equipo que tenemos y siendo conscientes de que hay que ser más duros contra los rivales directos, como fue el caso del Burgos", declaró el preparador.