Cinco derrotas contemplan al Betis Energía Plus en la últimas cinco jornadas. Han sido, además, cinco derrotas que han hecho más daño por el modo en el que se han producido. El equipo con sede en San Pablo, colista de la ACB a una distancia de dos victorias de la permanencia, está mostrándose nuevamente como un equipo incapaz de defender como demanda la competición. Sin nervio ni tesón, el equipo verdiblanco vuelve a asemejarse al conjunto desalmado que comenzó la temporada bajo las riendas de Alejandro Martínez.

"No se puede sobrevivir en la ACB encajando 90 puntos por encuentro", vino a afirmar el secretario técnico del club, Antonio Alonso, después de la mala racha de 10 derrotas consecutivas con las que el Betis inició su marcha en la actual campaña. Ahora mismo, con esos cinco choques perdidos en las últimas cinco jornadas, el aficionado cae en el pesimismo. Pero no sólo él. También lo hizo ayer el mismo Alonso en declaraciones a Radio Marca Sevilla: "Ante el Valencia no competimos en ninguna fase del partido. Mi grado de preocupación, conforme van restando menos jornadas, es mayor".

Las sensaciones no son buenas. Se trata sin extraordinarias cualidades en ataque y que, en defensa, se ha olvidado de los mínimos fundamentos. Si el promedio de puntos encajados ha vuelto a ser el peor de los 18 equipos de la Liga Endesa, con 87,6 puntos recibidos en las 19 jornadas disputadas, los recuentos en las cinco derrotas precedentes han sido aún peores: nada menos que 94,4 puntos anotados como media por los equipos contrarios.

Ante el Barcelona fueron 89 puntos, 92 recibió el equipo bético contra el Burgos, 94 lució el marcador final del Baskonia y del Gipuzkoa y, frente al Valencia, la paliza se elevó a la cifra de 103. En resumen, una media de 94,4 puntos encajados que empeora, y mucho, el ya de por sí discretísimo potencial defensivo de la plantilla.

El Betis viaja a Madrid para enfrentarse el domingo al Estudiantes, otro adversario a priori directo al que habrá que vencer como si de una final se tratara. Mucho trabajo le queda a la plantilla para hacer sobrevivir a los suyos en la ACB.