En tiempos de vacas flacas y marasmo económico brutal, se agradece la fidelidad imperturbable de un patrocinador incansable que lleva un cuarto de siglo apostando por un club, por un deporte. Pese al terremoto financiero que ha hecho temblar, y sigue haciendo estragos, los cimientos del planeta, léase los dichosos mercados y la desconfianza brutal que han generado en (casi) todo hijo de vecino, una entidad bancaria mantiene su relación con el baloncesto de élite y también de cantera por mucho que desapareciera el filial de la LEB Plata.

Ayer se marchó Cajasol como antes hiciera Caja San Fernando pero no se va Banca Cívica, el conglomerado del que forma parte hoy la entidad hispalense junto a otros tres socios: navarros, canarios -precisamente ayer cayó el conjunto de Las Palmas en San Pablo- y burgaleses. En el adiós a Cajasol, que desde ya pasa a denominarse Banca Cívica, la escuadra sevillana se despidió con su décimo triunfo de la temporada, corroborando lo que era un hecho a falta de confirmación matemática, la clasificación para la Copa del Rey, y manteniendo en solitario una sexta posición en la tabla que deberá luchar por mejorar o aguantar en una apasionante segunda vuelta de la Liga Endesa, a priori más empinada que la primera. Por tanto, una copa de bienvenida para la llegada de Banca Cívica y también otra en la partida del segundo mecenas del club tras la incorporación de El Monte a la Caja San Fernando.

Quiere Banca Cívica protagonismo, publicidad, relevancia mediática positiva, notoriedad. La va a tener de primeras con su logo estampado en las camisetas de los jugadores de magenta en la Copa del Rey de Barcelona, que será en el Palau Sant Jordi del 16 al 19 de febrero. Primer punto a favor. Ahí buscará dar la campanada, como en otros tiempos, y colarse de primeras en las semifinales, como ocurrió por última vez en la cita que se celebró en San Pablo, cuando desbancó al Pamesa y cayó luego con el Tau.

Había que esperar a los festejos pasadas las dos de la tarde. No tanto por la Copa, que estaba en el saco, sino por enganchar la décima alegría contra un adversario que habitualmente abandonaba Sevilla con las orejas gachas y ayer metió el miedo en el cuerpo durante los dos primeros cuartos y también al final.

Estaban previstas ciertas trampas del ex cajista -licencia que se mantendrá al menos un tiempo por no usar ahora ex banquista- Pedro Martínez en el banquillo visitante: repetir una y otra vez los pick and roll que tantas migrañas provocan en la defensa hispalense, motivando que Xavi Rey, otro que pasó por aquí y del que se tiene un grato recuerdo, y el colombiano Palacios se hinchasen a meter puntos, y en la segunda parte tratar de desesperar el ataque local con un zona 1-3-1. Los trucos fueron desactivados cuando el Banca Cívica se puso firme atrás, aunque al final llegaron con opciones los isleños al no terminar de rematar un partido que se encasquilló pero que se pudo solucionar con felicidad.

A los cinco minutos ya había una buena noticia: los cinco titulares locales habían anotado, incluido un triple de Guille Rubio, que ayer hizo un señor encuentro. Pero quizás fue una antideportiva precisamente al catalán la que desconcertó, pues un parcial visitante de 0-9, con Palacios en figura, colocó el 13-18 en el luminoso.

Pronto igualó el equipo sevillano ante un rival en el que sus estrellas americanas no lucieron, siendo Rey quien sobre la bocina dio una renta de dos al final del periodo. Aprovechó el Banca Cívica su inusitado buen porcentaje de tres para mantenerse a rebufo, pero al descanso se llegó con el Gran Canaria arriba: 36-39.

La retaguardia se activó a la vuelta de los vestuarios. English calzó un triple en la primera jugada, asistió en la segunda a Davis y en la tercera se paró en la línea de 6,75 en un contragolpe para acertar. Se animó Guille Rubio, con un robo culminado por él, y también Calloway con otra de tres (8/13 para los hispalenses en ese instante). Davis se unió al festival con un dos más uno: 55-46, máxima diferencia.

La zona isleña no había forma de agujerearla al inicio del cuarto definitivo. Bramos, con un triple, y Alvarado, tras una recuperación y después con un tiro de tres, convirtieron el partido en otro distinto: 62-61. Pero los chicos de magenta están con confianza y tanto Urtasun como Bogdanovic tomaron el mando mientras los visitantes insistían en fallar y fallar tiros de tres en segundas opciones, otra de sus principales virtudes en San Pablo ayer (17 rebotes ofensivos en total).

Brindó con cava el Cajasol y brindará hoy el Banca Cívica cuando conozca a su adversario en la Copa del Rey. Larga vida para el fiel patrocinador.

Ficha técnica:

75 - Cajasol Banca Cívica (20+16+24+15): Calloway (10), English (10), Tepic (2), Guille Rubio (5), Paul Davis (15) -cinco inicial-, Triguero (3), Satoransky (6), Urtasun (12), Jasen (6), Sastre (-) y Bogdanovic (6).

70 - Gran Canaria 2014 (22+17+14+17): Bellas (-), Haynes (5), Tucker (-), Palacios (15), Xavi Rey (15) -cinco inicial-, Savané (4), Bramos (18), Oscar Alvarado (5), Beirán (6) y Ekperigin (2).

Árbitros: Juan Carlos Arteaga, Carlos Cortés y David Soto. Eliminaron por faltas personales al local Paul Davis (m.40).

Incidencias: Partido de la última jornada de la primera vuelta de la Liga, disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo ante unos seis mil espectadores.