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En busca de la redención

  • Ocasión En San Pablo, ante otro grande, toca ver la mejor versión de un Caja que ofrece muchas dudas Rival Ricky Rubio y Rudy Fernández capitanean al colíder de la ACB

El Cajasol vuelve a enfrentarse a otra de esas situaciones límites que esta temporada parece que se le dan bien, siempre que juega como local, claro. La visita del todopoderoso DKV Joventut no es sino otra prueba de fuego, la enésima ya, para un equipo que, igual que arranca en San Pablo, se cala cuando le toca viajar, y así, a ese ritmo, es difícil, muy difícil, llegar al destino fijado cuando el nuevo proyecto hispalense echó a andar.

La derrota en Valladolid (que dejó al Caja con un balance negativo de 3-7) acabó con la explosión de optimismo que se desató cuando el Barcelona sucumbió hace dos semanas ante un bloque que por una vez pareció un equipo, y no un grupo de jugadores con cualidades que se limitaban a hacer la guerra por su cuenta. Ese espíritu, esa voluntad y, sobre todo, esa intensidad defensiva que hizo hincar la rodilla a uno de los entonces colíderes debe ser las armas que el conjunto de Magnano ponga en liza si quiere repetir victoria ante el cuadro de Badalona, que llega al Palacio de los Deportes compartiendo la primera plaza de la tabla con el Real Madrid y exhibiendo un juego ofensivo que jornada tras jornada es suficiente para ganar.

Ahora, de nuevo con el calor de la afición, la teoría dice que toca ver la mejor versión de los cajistas, que cuentan por triunfos sus últimas tres comparecencias en su cancha. Pero ante este Joventut de poco o nada sirven las estadísticas, porque de eso van sobrado los verdinegros. La Penya es el equipo más anotador (90,20 por partido) y el que presenta una mejor valoración de la ACB con una media de 102,6 por encuentro, al igual que en rebotes (36 de media) y en recuperaciones (12,6).

Pese a todo, ni con estos números se fía un técnico que lo ha sido todo en el baloncesto nacional como Aíto García Reneses, que desconfía de las cifras de un rival aún por explotar. El problema es que cuando lo haga no sea ya demasiado tarde. "Arrasó al Barcelona, y eso nos tiene que poner sobre aviso en cuanto a su potencial", destacó el entrenador del Joventut en la previa del choque, quien hizo también alusión a la recuperación de Miso como un elemento motivador para los cajistas.

Y es que tras jugar sus primeros minutos ante el Grupo Capitol hace una semana, cuando sólo llevaba encima tres entrenamientos junto a sus compañeros, la aportación del escolta madrileño, que casi con toda seguridad saldrá en el quinteto titular, será fundamental para contar siquiera con alguna oportunidad de llevarse un partido cuya clave será la defensa. Frenar a los Rudy Fernández, Ricky Rubio, Hernández-Sonseca y compañía será el objetivo número uno para los pupilos de Magnano, ya que irse del encuentro en el primer tiempo es sinónimo de derrota para un conjunto que se muestra demasiado débil moralmente ante la adversidad, aunque muy fuerte cuando las cosas vienen rodadas.

El Cajasol, al menos, sabe cuál es el camino para jugarle de tú a tú a un rival, en teoría, superior. Los 2,17 metros de Betts deben ser un referente de nuevo en la pintura ante los 2,08 de Moiso, techo de los catalanes, esta vez, eso sí, acompañado de un Miso con ritmo de competición.

Pero la famosa doble R del Joventut no será el único argumento ofensivo de los verdinegros, que comparecen en Sevilla con un nombre propio como principal novedad: Lonny Baxter. El jugador estadounidense ya ha participado en la Copa ULEB, pero aún no ha debutado en la ACB. Llegado hace apenas dos semanas después de cumplir condena en su país por tráfico de armas, el pívot formará presumiblemente junto a Jagla la pareja de pivotes con más minutos en el equipo de Aíto García Reneses. En el lado opuesto se encuentra el ruso Dimitri Flis, operado recientemente para solucionar los problemas que arrastra en el hombro.

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