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El campeón y la vieja exigencia de sus rivales

  • El planteamiento ultradefensivo de la República Checa, que cambió su estilo frente a los de Del Bosque, deja entrever las encerronas a las que se enfrentará la selección durante el torneo.

La selección española afronta el enésimo reto ofensivo en la Eurocopa 2016 ante una vieja exigencia de sus rivales, cada vez más encerrados, cada vez más preparados para contener la dominadora posesión del balón y casi siempre dispuestos a cambiar su estilo para enfrentarse a ella.

Lo hizo este lunes la República Checa sin ninguna duda, posiblemente lo hará Turquía el próximo viernes en el estadio de Niza, el siguiente destino de la selección española en el torneo, y habrá que esperar a ver qué hace Croacia, un combinado casi siempre fiel a su manera de jugar, aunque con España todo admite matices. "Sabíamos que España es muy fuerte. Hemos jugado así porque era contra España. No creo que vayamos a defender tan fuertemente contra los demás equipos de nuestro grupo"admitió el seleccionador de la República Checa, Pavel Vrba, con toda naturalidad en la rueda de prensa posterior al encuentro del lunes en el estadio de Toulouse.

No le salió su cambio de plan, aunque aguantó hasta el minuto 87, hasta el gol de Piqué. Apenas apareció sobre la portería de David de Gea, pero sí obligó a España a un ejercicio de paciencia con el balón, con profundidad por momentos, pero sin gol, a pesar de que contó cinco oportunidades claras antes de lograr el 1-0 final. Necesitó España más de 694 pases, de los que completó 632, con un 91 por ciento de acierto -sólo Suiza y Alemania, con un 92 por ciento, le superan en ese sentido hasta ahora en la actual edición de la Eurocopa-, mucha circulación de la pelota, mucho toque, hasta que derribó la muralla que le planteó atrás el combinado checo.

Georgia, en el último amistoso, ya aportó algún indicio de lo que le esperaba a España en ese sentido. Es la fórmula que eligen cada vez más adversarios para frenarla; un sistema de líneas muy compactas, muy replegadas en torno a su área, con la misión de minimizar al máximo cualquier vía a la imaginación de La Roja. "Es cierto que no es la primera vez que hemos vivido este tipo de partidos o de rivales. En ese sentido también tienen mucho respeto por el juego de la selección y la forma en que lo hacemos. No hay una única explicación para derribar estos equipos ni estos planteamientos", valoró Andrés Iniesta, centrocampista del equipo que dirige Vicente del Bosque. "Tienes que tener la tranquilidad y la paciencia. Incidir e incidir en jugadas de ataque hasta que la balanza cae de tu parte. Es nuestro estilo, nuestra forma, el gol ha llegado así, porque tenemos gente que va muy bien de cabeza y ha sido cuestión de paciencia", continuó el futbolista del Barcelona. "No es fácil cuando un equipo se repliega tanto y mete tanta gente atrás, con un repliegue tan intensivo", expuso Aritz Aduriz, el recurso empleado por Del Bosque a la hora de partido en lugar de Álvaro Morata, cuando el duelo ya se transformó en una carrera contra el crono por estrenarse con triunfo en la Eurocopa 2016.

¿Y tiene ganas la selección de jugar contra un rival más abierto? Responde Thiago Alcántara: "Tenemos ganas de Turquía, del próximo partido. Es en lo que pensamos todos, en jugar el próximo partido, en jugar bien e intentar ganar. Eso es lo más importante". "Sistemas tácticos hay miles y formas de jugar hay miles y es tan lícito como jugaron ayer (la República Checa) como un equipo que te viene a presionar adelante. Entonces, es más difícil encontrar espacios cuando se cierran y salir con el balón cuanto te presionan. Es fútbol, estudiaremos al rival para jugar mejor y ganar", añadió.

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