Baloncesto l Cajasol

La casa no garantiza minutos

  • Bustamante, único canterano del Caja, pierde protagonismo en las rotaciones

Después de no moverlo del banquillo ante el Axa Barcelona y el Grupo Capitol Valladolid, el pasado sábado frente al DKV Joventut Rubén Magnano volvió a contar con Antonio Bustamante. No fueron demasiados minutos, sólo cuatro, entre el final del primer cuarto y el principio del segundo, tiempo en el que el teórico base suplente del Cajasol anotó dos puntos y dio dos asistencias. Posteriormente, no volvería al parquet. Ellis, como viene siendo habitual en el último mes, volvió a ser el encargado de actuar como base mientras Miles permanecía sentado. El técnico argentino ya dijo al respecto que "quien firma un contrato profesional sabe que corre este riesgo".

"Estoy tranquilo, aunque es lógico que le haya dado vueltas a la cabeza en las últimas semanas. Lo que más me preocupa es que el equipo gane, pero, como todo el mundo, quiero jugar más", comentaba, al término del entrenamiento matutino de ayer, Bustamante, quien descarta que se produjera un hecho puntual que hubiera llevado a Magnano a excluirlo de sus rotaciones: "No ocurrió nada especial. Si el entrenador estuviera convencido de que conmigo en la pista se ganarían los partidos, yo jugaría los 40 minutos. Yo estaba satisfecho con mis actuaciones en las primeras jornadas, pero también soy consciente de que podría haber aportado más".

Sin embargo, es ahora, con la incorporación de Miso, cuando Bustamante lo va a tener más complicado para acaparar protagonismo: "Miso, por su calidad, dará mucho al equipo. Va a acaparar muchos minutos. Además, en mi puesto están Miles y Ellis, que son los dos que más han jugado hasta ahora. Ante esto, la única receta que hay es trabajar muy duro. Si doy el máximo en el trabajo diario, debo tener mi conciencia tranquila; el resto ya no depende de mí".

Lo que está claro es que el hecho de que Bustamante sea el único canterano del primer equipo no le concede ningún trato de favor. "A Magnano le da igual que sea de la casa o de Alaska", apunta el base, de 23 años, sabedor de las ganas de la afición por que un jugador formado en los escalafones inferiores se haga con un sitio en el Caja: "Yo también fui aficionado, y me gustaba ver a Doblado y a Raúl Pérez porque eran de aquí. Aunque debuté con el primer equipo con 17 años, ésta es mi primera temporada como jugador ACB. Es un año de aprendizaje para mí, aunque me ayudará todo lo que viví los tres años que estuve cedido en LEB en el Inca, Ourense y Logroño, donde, pese a que los comienzos fueron complicados, terminé jugando bastante".

Si Bustamante no lo da todo por perdido a título individual, tampoco lo hace -faltaría más- en lo que respecta al equipo, al que, desde dentro, no ve tan mal. "Pasamos el momento más crítico, que fue el partido ante Murcia, en el que nos plantamos con las cuatro derrotas iniciales. Si no ganamos al Akasvayu, Valladolid y Joventut fue por un par de acciones. Hay que saber jugar mejor los minutos finales, aunque es incluso mejor controlar los partidos para llegar con ventaja al final. Ésta es una liga muy loca, en la que equipos como el Estudiantes del año pasado, que estaban abajo, empiezan a encadenar victorias y se meten arriba. Hemos demostrado que podemos competir contra cualquier, y de ahí a ganar sólo hay que dar un paso, que es el que tenemos que dar ya, tanto en casa como fuera", concluyó.

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