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El club presiona a Ricardo para forzar su marcha

  • "Se ha entendido que no era conveniente tener tres porteros", explica Tapia

La primera decisión drástica por parte del Betis se tomó en la mañana de ayer, cuando el club le comunicó a Ricardo que no estaba incluido en la lista de expedicionarios para la concentración de La Manga. El meta portugués ya conoció a comienzos de verano que su situación en el Betis pasaba por buscar una salida, aunque el club decidió otorgarle una oportunidad para convencer al nuevo entrenador. Tras un mes de preparación y su pésima actuación en el Trofeo Colombino, la decisión está tomada y el meta portugués no entra en los planes del Betis. Con el fichaje de Goitia, la continuidad de Casto y la oportunidad que se le pretende otorgar al meta del filial Adrián, el club entiende que las plazas para la portería están cubiertas.

"Es una decisión que ha tomado el club, como ocurrió con Ricardo Oliveira y Mark González y yo la comparto. Se ha entendido que no era conveniente tener tres porteros y así se le ha comunicado", señaló Antonio Tapia, nada más terminar la sesión de entrenamiento realizada en La Manga.

La cuestión, de todas formas, es algo más peliaguda. La idea del Betis es desprenderse de Ricardo, al no ser una prioridad para el entrenador, para así liberar una de las fichas más altas de la plantilla. Pero el portugués no está dispuesto a perdonar cantidad alguna de los dos años, a razón de algo más de un millón de euros, que le quedan de contrato en la entidad heliopolitana.

En las últimas horas, podría haber salido alguna opción para colocar al meta en el fútbol griego, pero Ricardo tampoco está por la labor de marcharse a esa liga. El meta nunca ha ocultado su deseo de jugar en la Premier o incluso de regresar a su país, pero, ahora mismo, ningún equipo de esos campeonatos se ha interesado por sus servicios.

El Betis presiona para que Ricardo concrete esa opción que puede tener encima de la mesa, de ahí que se le haya dejado fuera de la expedición para esta segunda concentración de pretemporada. Pero la alta ficha del meta y su renuncia a salir a un club que no sea de su agrado entorpecen cualquier movimiento. El propio Lopera ya le ha comunicado a algún intermediario de confianza que empiece a buscar una salida airosa para el meta, aunque no parece haber una fácil solución.

Tanto Tapia como el Betis tienen claro que el futuro de Ricardo pasa lejos de Heliópolis y ahora le toca al luso mover ficha. En principio, su actitud parece encaminada a enrocarse en sus dos años de contrato, aunque las presiones de Lopera podrían provocar un desenlace diferente.

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