Probablemente el peor partido en bastante tiempo del Sevilla, un equipo quebrado por el centro, donde no hubo ningún muro y desde donde el Madrid fabricó su victoria. Al equipo de Schuster le bastaba apretar a los centrales y poner velocidad para crear superioridad numérica en la corona del área.

Defensa

Para empezar, un equipo cuyo objetivo obligado es entrar en Champions no puede presentarse en el Bernabéu con una defensa formada por Crespo, Mosquera, David Prieto y Adriano. Es la muestra palpable de que la planificación ha sido nefasta. Después, pese a que desde fuera se podía hablar de la apuesta de adelantar a Daniel en favor del loreño, lo cierto es que donde el Sevilla estuvo a merced del Madrid fue en el centro, un defecto que en origen tenía a Keita y Poulsen como culpables -el danés además en terrenos más adelantados porque su físico no le responde- y que acababa con dos centrales muy normalitos contra la manifestación de talento local. La mala colocación de los cuatro añade un punto más de facilidad para los hombres rápidos del Madrid. ¿Qué hacía Adriano defendiendo a Raúl en el área chica el 2-1?

Después, Jiménez no dio con la tecla porque Renato no era el hombre idóneo. Nadie guardaba la posición. Keita lo intentaba, pero su tendencia dejaba huecos.

Ataque

Demasiado toque al principio y falta de implicación de muchos futbolistas después. Pocos se ofrecían a quien tenía el balón y sólo Jesús Navas aportó algo.

Virtudes

Poco que destacar en este apartado, quizá que Palop ofreció otras sensaciones distintas a los últimos partidos y Jesús Navas, saliendo de refresco, también.

Talón de aquiles

Jiménez dudó en dejar fuera de inicio a Poulsen en favor de Fazio y el argentino, el hombre que pedía a gritos el partido, no llegó a salir.