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La crisis, ¿agua pasada?

  • Un Barcelona descansado y recuperado anímicamente del reciente bache sigue con el foco de atención en la Liga con todos sus hombres disponibles

Después de batir todos los récords en una Liga la temporada pasada gracias a tres delanteros top que se divierten entre ellos sin egoísmo, los continuos viajes y la falta de descanso, además de problemas personales relacionados con la Justicia, provocaron que el tridente entrase en un bache en el peor momento para el Barça.

Sin embargo, la eliminatoria de la Liga de Campeones, a pesar de suponer un golpe anímico, ha permitido trabajar más el aspecto físico de los azulgrana de cara al último suspiro de la campaña. Los tres puntas vuelven a estar en forma, como ya demostraron ante el Deportivo de La Coruña (0-8) y el Sporting de Gijón (6-0), aunque, eso sí, a distinto nivel. Leo Messi ha vuelto a su estado de forma habitual, Luis Suárez mantiene su regularidad y se ha reconciliado con el gol en su lucha por el Pichichi, y Neymar aún está en proceso de recuperar su mejor versión.

El equipo catalán ha vuelto a ensamblarse, ha recuperado la presión colectiva y vuelve a estar en una situación muy cercana a la protagonizada el pasado años con el triplete.

Los de Luis Enrique juegan con ventaja respecto a Real Madrid y Atlético, ya que sólo tiene en mente la competición nacional, más lejos la final de Copa del Rey ante el Sevilla, y visitan a un Betis sin nada en juego. Por lo tanto, el asturiano no reservará a nadie para el Benito Villamarín, recuperado ya Sergi Roberto tras una pequeña lesión antel el Sporting. Mathieu aún debe esperar.

sin balón

Durante la transición defensiva, los centrocampistas tienen que hacer muchos kilómetros debido a la vocación ofensiva de los laterales y el tibio repliegue de Messi o Neymar. El papel de Rakitic como Escudero de Busquets es clave.

La presión adelantada es vital en este equipo para achicar la distancia entre los centrocampistas y los delanteros. La piedra filosofal del manual defensivo de Luis Enrique sigue siendo la posesión del balón, como en la etapa de Guardiola, aunque no tan radical.

con balón

El Barcelona, con balón, abre el juego desdoblamientos continuados por la banda y con gran movilidad por parte de sus tres delanteros, pero suele finalizar las jugadas por dentro con diabólicas paredes y triangulaciones: huye del balón colgado. Su ritmo de balón, a tope, es insostenible para el rival.

lo mejor

La calidad individual de sus futbolistas, el arraigo de un sistema de juego y la incorporación continua de los laterales.

lo peor

A veces se desequilibra atrás en fase de repliegue.

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