Fútbol l Segunda División B

No debe perder su sello

  • La salida de Chaparro ha repercutido en un Betis B que desde la llegada de Mena lleva cuatro jornadas sin ganar, aunque continúa metido en los puestos de 'play off'

El Betis B está atravesando por el peor momento de la temporada, pues son cuatro las jornadas que lleva sin conocer el triunfo, con un saldo de dos empates y dos derrotas. En un análisis más profundo, son varios los factores que están provocando que el filial heliopolitano esté inmerso en un bache de juego y resultados. El primer y principal hándicap ha sido la salida de Paco Chaparro, pues, desde su último partido en Talavera, el cuadro verdiblanco no logra los tres puntos (1-2). El efecto Chaparro se ha traducido de manera positiva en el primer plantel, mientras que ha sido a la inversa en el segundo equipo bético.

El carácter que impregnó el técnico trianero a sus pupilos en el Betis B parece haber desaparecido con la llegada de José Luis Mena, con una personalidad más serena que la del anterior inquilino. Además, ambos técnicos tienen dos formas opuestas en cuanto al estilo de juego. Si Chaparro apostaba por las entradas por banda y desplazamientos en largo para sorprender a la zaga rival, Mena prefiere un fútbol más de toque, con rotaciones en las posiciones de los jugadores que ocupan las tres zonas de la mediapunta.

Aun así, el ex preparador del equipo juvenil de División de Honor, que tan buen trabajo ha realizado en esa categoría, espera conseguir pronto un triunfo que permita a su equipo recuperar la confianza perdida. El actual entrenador del filial se ha encontrado con otro motivo que está afectando al nivel de juego ofrecido por los heliopolitanos en los últimos cuatro compromisos ligueros, las lesiones, en particular las de Cañas y Carreño. El centrocampista es una de las piezas clave en el esquema del conjunto verdiblanco, pues en la plantilla del filial no hay un futbolista que posea las mismas características que atesora el gaditano.

Mientras, el delantero sevillano es el único que punta nato de la plantilla, siendo con seis goles el máximo realizador. No obstante, no todo son malas noticias en cuanto a la enfermería, pues el mediapunta Rubén, después de lesionarse al final de la campaña pasada, volvió a vestirse de corto en el encuentro del pasado domingo frente al Mazarrón.

Por último, otro aspecto que ha influido sobremanera en el bajo rendimiento del segundo conjunto de las trece barras está en las ausencias de jugadores como Zamora, Toni o Rodri, que han estado convocados con el primer equipo. Estos futbolistas son la base de un filial que ha llegado al ecuador del campeonato metido en la zona de play off. Sin embargo, la agria sensación que está dejando en las últimas jornadas ha provocado que la buena campaña que los verdiblancos están llevando a cabo haya caído en el olvido.

Aun así, los números con los que el bando bético ha finalizado la primera parte de la competición (nueve victorias, 4 empates, 3 derrotas) invitan a pensar que éste peleará en la zona alta de la tabla hasta la conclusión del ejercicio. Es más, los de La Palmera llegaron a alcanzar el liderato en la decimocuarta jornada, soltándolo tres semanas después.

Además, el lado positivo de la mala dinámica en la que se encuentra inmerso el Betis B está en la clasificación, ya que, a pesar de los cuatro tropiezos consecutivos que acumula, sigue ocupando un puesto entre los cuatro primeros, objetivo marcado en el seno de un plantel que está dispuesto a recuperar el rumbo perdido, pues no quiere tirar por la borda el buen trabajo que ha realizado hasta la primera parte de la competición.

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