Manolo Jiménez ya puede respirar tranquilo. Hoy podrá conocer en persona al futbolista deseado para terminar de apuntalar la línea que más problemas dio la temporada pasada y la que ha sido más reforzada. Squillaci se unirá a Konko y Fernando Navarro para acorazar al Sevilla en su retaguardia, conviritiéndose así en el quinto refuerzo del equipo. El central francés de 27 años (cumplirá los 28 el 11 de agosto), además, palía las dudas que se estaban creando por los avatares que atraviesan Escudé, recién operado en Alemania de sus problemas púbicos, y Javi Navarro, que no termina de ver el final del túnel de su larga lesión de rodilla.

La dirección deportiva colma uno de los deseos del técnico sevillista y se felicita por la llegada del internacional galo, un futbolista de amplísima experiencia en Europa que completó la temporada pasada 34 partidos de Liga y ocho de Champions en el Olympique de Lyon, con el que logró los dos últimos campeonatos franceses.

Squillaci aterrizó ayer en el aeropuerto de San Pablo sobre las 19:30 y hoy pasará el pertinente reconocimiento médico en la Clínica del Sagrado Corazón muy temprano, antes de firmar su nuevo contrato con el Sevilla por cuatro temporadas. El Sevilla tendrá que desembolsar una cantidad de 6.250.000 euros por su traspaso, además de otros montantes que dependerán de los objetivos que vaya cumpliendo el internacional galo durante su estancia en el club de Nervión.

La paciencia ha sido clave para el acuerdo definitivo con el club que dirige Jean Michel Aulas, reconocido en Europa como un duro negociador. En principio, el Lyon pedía 8,5 millones de euros por su futbolista, una cantidad a la que no estaba dispuesto a llegar al Sevilla, que dejó pasar el tiempo para enfriar a Aulas después de una primera oferta que superaba por poco los cinco millones. La actitud del futbolista, como en otros casos, ha sido clave para posibilitar su llegada. En Francia ha reconocido que el Sevilla le ofrece un contrato más suculento que el que percibía en el campeón francés y esto terminó de convencerlo para poner rumbo a la capital andaluza.

El acuerdo cerrado colma de felicidad a la dirección deportiva, conocedora de las buenas prestaciones de Squillaci en el campo de juego y también de su personalidad y su profesionalidad fuera de él. El jugador de Toulon -club en el que se inició antes de pasar al Mónaco- aúna una apreciable técnica individual con sus cualidades tácticas y de colocación, en un perfil similar al de Escudé pero con más agresividad en el juego de contacto.

El central galo, que mide 1,83 y pesa 80 kilos, dotará de calidad a la defensa y le dará competencia a Mosquera en el puesto de central diestro, ante la incertidumbre sobre la evolución de la rodilla de Javi Navarro. Sin contar al capitán sevillista, que continúa en Barcelona para reiniciar una nueva fase de rehabilitación, Jiménez podrá contar con una importante baraja de jugadores para los dos puestos de central: cuatro específicos, Squillaci, Mosquera, Escudé y David Prieto, cuyo rendimiento al final de temporada le ha proporcionado un hueco importante en el primer equipo, y dos más polivalentes, Dragutinovic y Fazio.

Squillaci tendrá una jornada muy ajetreada en el día de hoy. A primera hora pasará el reconocimiento médico en el Sagrado Corazón. Posteriormente se dirigirá al Ramón Sánchez-Pizjuán para estampar su rúbrica en el contrato por cuatro años con el Sevilla y todo indica que será presentado luego por José María del Nido, recién llegado a la ciudad hispalense tras el crucero que ha realizado durante sus vacaciones. La idea del club es que el futbolista se incorpore inmediatamente a la concentración del equipo en Costa Ballena para conocer a sus nuevos compañeros y ponerse a las órdenes de Manolo Jiménez. De esta manera, y a falta de resolverse la incógnita sobre el medio centro tras la salida de Poulsen, la planificación sevillista sigue el curso esperado, pues la idea inicial era que todos los refuerzos previstos se incorporaran antes o durante la concentración.