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Las defensas antes que los delanteros

Guilherme presiona a Sergi Enrich en un lance del partido.

Guilherme presiona a Sergi Enrich en un lance del partido. / Javier Etxezarreta / efe

Eibar y Deportivo empataron a cero en un partido entre dos de los equipos más goleados de la categoría, lo que pudo ser la causa de que ambos técnicos optasen más por no encajar que por marcar.

El choque arrancó con dominio del Deportivo, que cogió descolocado a un Eibar no habituado a jugar con tres centrales, y de ahí llegó la primera clara ocasión, en un mano a mano que Dmitrovic detuvo a Andone en el minuto 6 de partido. Poco a poco, los armeros se fueron haciendo con el control del balón y la posesión pasó a ser del equipo local. Fruto de ella llegó la ocasión de Kike García, que salvó Francis cuando aún no se había cumplido el primer cuarto de hora de partido. Juanfran asustó antes de la media hora con un disparo que el meta armero no tuvo problemas para atajar. Los gallegos trataron de ser más verticales para llegar al área contraria y zafarse de la intensa presión en todo el campo que propuso Mendilibar, mientras que los eibarreses optaron por tener más tiempo el balón para buscar la mejor opción de ataque, algo que tampoco terminaban de encontrar. Así, los últimos quince minutos dejaron mucha intensidad, y poco más. Ambos conjuntos necesitaban instrucciones en el descanso para saber cómo romper las defensas rivales en el segundo acto.

La necesidad de puntos de guipuzcoanos y gallegos propició que ambos equipos saltasen al terreno de juego algo más desatados, aunque sin querer desguarnecer la defensa en ningún momento. Avisaron Sergi Enrich y Escalante en los primeros compases del segundo tiempo, pero sin demasiada claridad en el remate. El partido fue entrando en un momento de calma tensa. Daba la impresión de que ninguno quería perder, al menos, el punto con el que, finalmente, ambos se marcharon de un partido en el que fútbol brilló por su ausencia.

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