CAJASOL 74-69 vivemenorca · la crónica

Los descreídos vuelven a creer

  • El año se cierra con triunfo, el segundo del curso, que insufla esperanzas de salvación · Los sevillanos se escaparon, perdieron la renta y aguantaron la presión al final

28 de diciembre de 2008. Los descreídos vuelven a creer. El cierre de este año que tanto desconcierto ha traído desde octubre hasta acá aportó el segundo triunfo del Cajasol en la Liga y el segundo triunfo del Cajasol ante cualquier rival de la ACB al que se haya enfrentado desde la propia pretemporada. Se dice pronto: la segunda victoria con el año natural acabando. Y la primera en casa...

Es una noticia grata en tanto en cuanto la hecatombe se cernía sobre uno de los históricos de la competición si no levantaba cabeza ya. Las caras de satisfacción de los jugadores al final del duelo expresan implicación. Y alivio. El deseo por dar una a derechas estaba siendo una carga de tomo y lomo. Un pesito menos, pero el camino es largo y sigue siendo último hasta que, al menos, le dé por ganar en la pista de Estudiantes el domingo. La senda está marcada, aunque habría que tirar de la soez expresión que puso de moda el señor Lobo en Pulp Fiction para que nadie lance las campanas al vuelo. Ha habido sufrimiento, hubo ayer y habrá mañana.

¿Por qué si va todo rodado al inicio hay un chispazo en el engranaje que rompe la inercia positiva? Respuesta: miedo. Hubo un primer cuarto tan animado en San Pablo, tan poco normal en este Cajasol dubitativo y pusilánime, que con 15 arriba en el minuto 10 y con 16 en el 11 había muchos que cantaban victoria. La duda era por cuánto se llevaría el conjunto de Martínez el triunfo.

Quieto parado. El terror paraliza. Y la zona del ViveMenorca, frenando en seco el impulso anotador de los sevillanos, que cerraron el primer parcial con 25 puntos a favor. La defensa maniató a los locales. Perdón. Los enloqueció. Con tal de no entrar en la zona, triples y más triples. Del tres de tres de acierto en el acto inicial, al 4 de 11 en el segundo. La consigna de Ricard Casas era clara. Prefería que se jugara el partido ahí, en el perímetro, a que Triguero siguiera haciendo pupa, primero endosando tres faltas a Eley y, luego, anotando con comodidad.

El terror aparece cuando no hay confianza y el inmaculado primer periodo tornó a oscuridad en el segundo. Los menorquines fueron con fuerza al rebote ofensivo, acertaron en un par de triples consecutivos de Jeter y aprovecharon la falta de actitud defensiva de Pecile para que Guzmán metiera dos entradas facilísimas más otra que palmeó Ivanov y arrimarse a cinco puntos al intermedio. Además, el italiano cajista, por mucho que estuviera castigado sin jugar Collins, no es un director, como se apreció en muchas acciones, pese a los puntos que logró.

Reanudación: Eley manda y el Cajasol, a los tres minutos, vuelve a las andadas. Jeter enchufa otro triple para equilibrar el envite a 45 y el tembleque era más que palpable en las huestes sevillanas. Esta película ya la había visto varias veces esta temporada la parroquia que concurrió a San Pablo. Y el final siempre había sido malo.

La congoja local duró poco, no demasiado, aunque antes dio tiempo a Stojic a colocar dos por delante a los baleares. Caner-Medley, un seguro de vida en la pelea, pero al que alguien le debería decir que no se obstine con el tiro lejano, empató y el Caja sacó partido de dos jugadas seguidas que pudieron valer seis puntos y se quedaron en cinco: dos tiros libres de tres intentados de Ellis y una canasta de dos más adicional de Rivero. Explotó San Pablo con los dos mismos protagonistas al robar el segundo para que anotara el primero: 54-47. El ViveMenorca no cejó y apuró a tres la desventaja con un triple de Boisa en el minuto final del tercer acto.

Llegaba el momento de la verdad, aquel en el que los descreídos siempre situaban el dos en la quiniela. Los menorquines se cegaron con la canasta y Caner-Medley emergió para tirar del carro, aunque su ímpetu no estaba siendo tan positivo y Martínez lo sentó. Volvió a la zona Casas y esta vez manejó mejor la situación el anfitrión, con Savanovic tomando el testigo de Caner-Medley con dos canastas seguidas, una de ellas tras asistencia de sombrerazo de Pecile.

Guzmán rompió el encanto con un triple mal defendido por el base italiano y hubo intercambio de triples, con Miso al fin activo pero con Ivanov rebañando todos los rebotes del mundo. Entre cuatro y seis puntos andaba la horquilla a favor. Hasta que decidió Triguero con un tiro libre anotado más una canasta posterior de él mismo tras capturar el rebote Caner-Medley. Al fin salió cara la moneda. Comienza 2009 con el firme deseo del propósito de remiendo para redimir tantos pecados.

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