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A por un despegue real

  • El equipo bético visita la cancha del Fuenlabrada con el objetivo de dar continuidad a su triunfo contra el Unicaja y proyectarse fuera de los puestos de descenso de la clasificación

La Liga Endesa inicia este fin de semana la cuenta atrás a las diez últimas jornadas con un Betis Energía Plus situado, a trancas y barrancas, ante la expectativa de tomar el definitivo propulsor a las nubes. Escapar de los puestos de descenso sigue una jornada más a la accesible distancia de una victoria. Y todo tuvo su origen en el triunfo ante el Unicaja de Joan Plaza, en pleno Domingo de Ramos, que hizo de inesperada rampa de lanzamiento. Aquel choque sirvió, de entrada, para adentrarse en la cuenta atrás definitiva con posibilidades de no descender y con la localidad madrileña de Fuenlabrada como destino en la décima estación antes del final de la competición.

La estrechísima victoria contra el adversario malagueño ha servido para varias cosas, la mayoría de signo positivo. En primer lugar, ha sido útil para cargar de moral a una tropa tendente al brote depresivo y fortalecer el espíritu de un grupo que cae ocasionalmente en un trastorno de la personalidad. Superar al opulento Unicaja, miembro del club de los grandes europeos, ha debido significar mucho para unos chavales que todavía se preguntan cómo es posible sumar sólo seis triunfos de 24.

También fue un Betis revitalizado y remineralizado. Hubo conjura y, dentro de la debilidad defensiva propia de la genética de la mayoría de los jugadores verdiblancos, pudo verse a un equipo cajista más concentrado y hasta más corajudo. Al menos eso. El número de pérdidas de la pelota fue rebajado con respecto al promedio de la temporada, así como no se arredraron los jugadores a la hora de cometer personales en momentos claves: el número de faltas fue también levemente superior al de la campaña. Anosike, un domingo más, volvió a estar enorme en la defensa del rebote. Y, con más sentido o con menos, pocos hubo que no se aburrieran de correr adelante y atrás, adelante y atrás.

Otros dos valores que el equipo bético vio reforzado en su triunfo en San Pablo contra el Unicaja tienen que ver con el potencial del equipo, es decir, de lo que son capaces cuando el rendimiento se acerca a lo esperado. Cómo mantuvo el intercambio de golpes en el último cuarto sólo fue comparable al carácter de una escuadra que, a diferencia de lo que ha sucedido con más frecuencia de la deseada, no se desinfló. El ánimo quedó blindado por mucho triple que anotara Alberto Díaz en el tramo decisivo, por mucha desventaja que sufriera, por muy empinado que se pusiera el resultado en contra.

Igualmente salió reforzado el entrenador, Óscar Quintana, cuyo puesto estuvo en entredicho en las últimas tres o cuatro semanas y que la victoria contra el Unicaja, en uno de los mejores partidos del equipo, ha servido para estabilizar el seísmo que atenazaba su silla en el banquillo. Contra Joan Plaza mantuvo unos retos tácticos de los que salió vencedor y, con él, el equipo y, con ellos, su continuidad hasta que una próxima crisis sucumba en los suelos y los techos de las oficinas más nobles del Palacio de los Deportes de San Pablo.

Lo más complicado de toda práctica deportiva, como es sabido, no es ganar una vez, que ya tiene su mérito, sino seguir ganando, hacerlo más veces que tus rivales. Y en esa guerra se encontrará un reforzado Betis esta tarde en el pabellón Fernando Martín. En la parte opuesta de la pista se batirá a un Fuenlabrada que se ha recubierto de un nervio ganador de manos de su entrenador, el argentino Néstor García, gran valedor de la gran campaña que está realizando el equipo en su primera temporada en Fuenlabrada.

A partir de los puntos de Popovic, el líder en la cancha, Eyenga y Paco Cruz, el equipo madrileño ha erigido un bloque que sabe lo que se hace. Su trayecto liguero indica que le gana a los equipos inferiores, pierde contra los inalcanzables y casi siempre derrota a sus teóricos iguales, incrustándose en una meritoria zona de play off por encima de equipos como Unicaja, Andorra o Tenerife. A nadie podría extrañar que fuera considerado como el equipo revelación del año.

Además del referido trío anotador, a los que pueden unirse unos fiables O'Leary o Smits, el Fuenlabrada es un equipo poderoso en el rebote ofensivo. La protección del rechace en el aro propio, naturalmente, será uno de los aspectos que mejor deberá cuidar el equipo bético si quiere desactivar unos de los puntos débiles en las últimas jornadas: la generosa concesión de segudas opciones de tiro a los rivales como consecuencia de dejarse arrebatar el rebote defensivo.

Una vez más, el choque demandará la exigencia de las grandes ocasiones, si lo que se pretende es sumar una segunda e inesperada victoria seguida. En la élite nadie regala nada. Menos aún este hiperactivado Fuenlabrada de Néstor García. Serán precisas pues una gran versión en la contención grupal y la inspiración de algunos de sus anotadores para que el Betis Energía Plus comience el despegue real.

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