Betis Baloncesto

De cómo despertar a un muerto

  • El Manresa había anotado sólo una vez más de 90 puntos en la campaña

Rasid Mahalbasic intenta penetrar ante el jugador del Andorra Shermadini.

Rasid Mahalbasic intenta penetrar ante el jugador del Andorra Shermadini. / acb photo

...y llegó el Betis Energía Plus y despertó al Manresa. El equipo catalán, colista en solitario de la Liga Endesa, suma únicamente tres triunfos en las 17 jornadas que van de temporada. Pues bien, dos de ellos los ha conseguido frente al equipo bético. Quizá fuera por el pecado del exceso de confianza, quizá por salir descontrado al parqué manresano en uno de esos días tontos, quizá porque el largo viaje al noreste de la península provocó el flato a más un integrante de la plantilla verdiblanca, el caso es que el equipo entrenado por Ibon Navarro elevó su rendimiento ofensivo por encima de la veintena en los cuatro cuartos del partido. Un hito.

Se está demostrando que el carácter de la plantilla bética es capaz de lo mejor y de lo peor. Además de hacerse merecedor de vencer al Real Madrid y al Unicaja, por citar dos fechas recientes, ha sido justo perdedor ante equipos teóricamente inferiores, adjetivo, por cierto, del que no quiere oír ni un eco el técnico bético, Zan Tabak.

El Manresa es estadísticamente el equipo menos anotador de la ACB. Un muerto, como quien dice, con un promedio de 72,6 puntos por partido en las 17 jornadas disputadas. Pues bien, frente al Betis, el conjunto catalán recontó 91, casi 20 puntos más que lo logrado a lo largo de la esta primera vuelta del campeonato. Hay un dato más: sólo en una ocasión fue capaz el Manresa de igualar esos mismos 91 puntos, ante el Andorra en la octava jornada, partido que casualmente perdió. Aún hay más: una vez llegó a los 80 puntos (81 contra el Joventut en la sexta jornada), pero en el resto de partidos apenas superó los 70 y, en uno, ante el Valencia Básket, se quedó en 55, el récord del año.

No estaba satisfecho Tabak con el juego defensivo de los suyos al término del encuentro. El entrenador croata se frenó y no permitió que le tirasen de la lengua. Una de las claves, apuntó, se encontró en las jugadas de bloqueo y continuación. Faltaron ayudas. Pero también indicó el desconocimiento de los campos rivales por parte de la plantilla. ¿Eufemismo de exceso de confianza?

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