Fútbol l Primera División

Un día sin fútbol en Valencia

  • El juicio por la demanda de Albelda se inició y Villarroel vendió sus acciones

El juicio tras la demanda de David Albelda contra el Valencia y el plante de jugadores del Levante, que decidieron no entrenarse en señal de protesta por la postura del máximo accionista del club, Pedro Villarroel, de mantener sus acciones -ya por la tarde se conoció que las ha vendido-, provocaron que el fútbol dejara de existir por un día en Valencia. Las cuestiones extradeportivas, con el protagonismo centrado en los juzgados y en los despachos, dejaron de lado lo puramente deportivas.

Todo ello a pocas horas de que el Valencia reciba esta tarde al Recreativo de Huelva en el campo de Mestalla y de que el Levante rinda visita al Barcelona mañana a las siete de la tarde en el Camp Nou.

Es más, si algo podía eclipsar, al menos en el caso del Valencia, el próximo partido ante el Recreativo, es el encuentro de Copa del Rey que el equipo de Ronald Koeman jugará el próximo miércoles en Barcelona y del que apenas se ha hablado.

Por primera vez en la historia del Valencia, más de la mitad de la plantilla se ha dado cita en un juzgado para declarar en una vista que enfrenta a un club y a un compañero, tal y como ocurrió ayer tras la demanda interpuesta por el capitán valencianista, David Albelda, contra su club.

Todo hacía pensar que los abogados de las partes iban a alcanzar un acuerdo en las pasadas horas, pero no fue así y la situación ha llegado a las manos del juez, quien ha instado a las partes a llegar a un acuerdo. Albelda reclama al club 60 millones de euros.

Se trata de una situación quizá triste para algunos seguidores del Valencia, pero que se ha convertido en una distracción para los ciudadanos que se daban cita por motivos profesionales o por otras cuestiones en la Ciudad de la Justicia de Valencia donde, al menos por un día, se vivió un ambiente diferente al habitual.

Este asunto obligó a que Juan Soler, presidente del club, y Albelda se situaran separados tan sólo por medio metro -como se aprecia en la foto-, sin nada que decirse, pero con mucho que declarar ante los jueces.

Parecía muy poco probable que una situación de esta envergadura no centrara toda la actualidad de la jornada, pero las circunstancias en las que vive el Levante son igual de inusuales que las que se dan en el Valencia. Sólo varía el argumento. Tras muchos días de informaciones cambiantes en torno a cobros de las cantidades pendientes a los jugadores o sobre la marcha o continuidad de Villarroel en la entidad, los jugadores fueron a entrenarse con la noticia de que éste no se había desvinculado definitivamente del Levante.

Resolvieron con una vuelta al campo la sesión preparatoria y decidieron no seguir con el entrenamiento en señal de protesta, lo que abrió otra larga jornada en el entorno del club. Ya por la tarde, trascendió que Villarroel había vendido su paquete accionarial (70,3 por ciento) al presidente del consejo de administración del club, Julio Romero.

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