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Un diálogo necesario

  • Pepe Mel y el vestuario cortan la polémica con una charla durante el entrenamiento a puerta cerrada de ayer · "Quien manda en el vestuario es el entrenador", asegura el presidente, Miguel Guillén

Ni 24 horas tardó en reaccionar Pepe Mel al cisma creado en el vestuario por sus declaraciones del martes por la noche tras el duelo copero en Córdoba. Si la reprimenda en el vestuario ya levantó alguna ampolla, las posteriores declaraciones del técnico en la sala de prensa no sentaron bien en el vestuario, donde se entiende que el técnico debería haber manejado ese asunto en privado, como le sugirió Jorge Molina. En el entrenamiento a puerta cerrada de ayer, Mel reunió a sus jugadores para mantener un diálogo que permitiera aclarar la polémica. Y es que una de las virtudes de su Betis ha sido la unión del vestuario, algo que el técnico no quería que se pudiera romper por unas palabras desafortunadas.

Para empezar, Mel admite que quizá sus formas no fueron las adecuadas y que se dejó llevar por el malestar del momento, pero también repasó con los jugadores los errores que se cometieron en el partido. "Podría haberlo dicho dentro o de otra forma, pero a veces es difícil mantenerse en frío. También hay formas y formas de perder y la del otro día sacó de quicio al míster. Había que cortar este asunto, poner las cartas encima de la mesa y se han aclarado las cosas. Si fuera una cosa reiterada se trataría de otra forma, pero es algo puntual y que pasa en este deporte", señaló Casto en Radio Sevilla, comprendiendo la reacción de Mel tras el encuentro. La plantilla conoce el carácter de Mel, tan impetuoso en ocasiones, por lo que asumió el mensaje del míster de que no se puede repetir una imagen como la de Córdoba y se le quitó trascendencia a las palabras del técnico en la sala de prensa, sobre todo tras ser el propio técnico quien tomase la iniciativa ayer para aclarar el asunto. "Es duro escuchar que no tuvimos buena actitud sobre el campo, pero un tirón de orejas en este tipo de situaciones nos puede hacer reaccionar", expuso Santa Cruz sobre este tema.

Incluso Jorge Molina, que respondió al técnico en la sala de prensa, realizó un aparte con Mel para aclararle sus palabras y hacerle ver que no se trataba de una cuestión personal. Posteriormente, el delantero en su cuenta de twitter expuso su versión del asunto tras el diálogo mantenido con el entrenador. "Con mis palabras de ayer no quería crear ninguna polémica y si es lo que hice no era mi intención. Lo mejor de este equipo es la unión, tanto cuerpo técnico como jugadores, y eso no lo vamos a perder", señaló.

La postura de los dirigentes verdiblancos había sido la de mantenerse al margen, al entender que era una cuestión a tratar por el entrenador, pero ayer el presidente, Miguel Guillén, sí dejó claro que el respaldo del consejo sobre Mel también atañe a este tipo de cuestiones. "Quien manda en el vestuario es Pepe Mel y él toma las decisiones que estima oportunas", aseguró el máximo mandatario a Giralda Televisión en el acto organizado por la Agrupación de Béticos Veteranos. "El Betis tiene un entrenador y ojalá sea por tres o cuatro años más", afirmó Rafael Gordillo, manteniendo la misma línea que el presidente.

Los diferentes jugadores que ayer pasaron por diversos medios de comunicación mantenían la misma línea argumental, reconociendo que el diálogo de ayer fue productivo y que el vestuario pasó página sobre la marcha para pensar únicamente en el encuentro ante el Atlético. "Queríamos una semana tranquila pero la Copa nos ha dejado mal sabor de boca. Ahora queremos que llegue pronto el partido del domingo para desquitarnos de estas sensaciones malas", señaló Casto. Y es que el vestuario verdiblanco ya sólo quiere hablar del encuentro del Vicente Calderón y que el necesario diálogo de ayer pusiera punto y final a la polémica.

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