Hace ya casi ocho años que no se ven las caras, pero los duelos entre Paco Chaparro y Lucas Alcaraz, dos entrenadores que comenzaron sus trayectorias con un perfil bajo, son un clásico del fútbol andaluz. Y el domingo, si todo transcurre con normalidad, sobre todo en el caso de Alcaraz, reeditarán un enfrentamiento que comenzó en Segunda B.

Chaparro mantiene una dilatada trayectoria en el fútbol modesto. Extremadura, Cádiz, Isla Cristina, Granada o Écija han sido algunos de los equipos que han trabajado con el técnico trianero, que a sus 65 años disfruta de su primera temporada en la elite y, precisamente, en el club de sus amores.

Con Alcaraz ocurre algo parecido, pese a que el granadino es 22 años más joven que el bético. Desde que se hiciera cargo del Granada, su último club como jugador, con apenas 30 años, el ahora técnico del Murcia comenzó una fulgurante carrera. Granada, Almería, Dos Hermanas y Recreativo recibieron el magisterio de Lucas, que viviría su mejor momento en Huelva, donde comenzó a saborear el éxito con el ascenso a Primera y la posterior disputa de una final de Copa del Rey.

Las trayectorias de dos entrenadores que han batallado por el fútbol modesto presentan puntos comunes y el más acusado de todos se da cita en Granada, la tierra natal de Alcaraz. Allí se disputó el último enfrentamiento entre ambos, hace ya casi ocho años. El Dos Hermanas se acabó imponiendo en Los Cármenes al equipo de Chaparro por 1-2. Curiosamente, el trianero se había hecho cargo del Granada un año antes, en la temporada 98-99, justo después de que Alcaraz se marchara del equipo que le dio su primera oportunidad como técnico.

"Los dos somos andaluces y hemos entrenado en lugares similares. Lo respeto mucho y tiene una trayectoria muy dilatada. Se ha ganado el respeto del mundo del fútbol, por su trabajo en todas las categorías y también por su conocimiento. Me acuerdo que el último partido en el que nos hemos enfrentado fue en Los Cármenes, aunque ha habido varios más, siempre en categorías modestas", señala Alcaraz, que no escatima elogios hacia el técnico bético, todo un ejemplo de superación.

Pero del último enfrentamiento entre ambos también existe otro punto en común. En aquel encuentro, una de las preocupaciones de Alcaraz era frenar a Capi, que entonces destacaba en el mediocampo diseñado por Chaparro en el Granada. El domingo, de nuevo Capi será el motor verdiblanco, algo que Alcaraz seguro que tiene en cuenta.

Murcia y Betis disputan el domingo un duelo dramático por la permanencia. Y en los banquillos ocurrirá algo parecido. Chaparro ya ha avisado a los suyos de que necesitan, al menos, cuatro victorias para sellar el objetivo de la salvación y no quiere que ocurra lo mismo que frente al Deportivo. Alcaraz tiene el ultimátum sobre sus hombros y una derrota lo condenaría definitivamente. Duelo de equipos y de entrenadores, dos andaluces que quieren seguir en la elite después de haber conocido los sinsabores del fútbol modesto.