Otra victoria al casillero. Esta vez el Ciudad Jardín se impuso al Soleá en un encuentro que no reflejó las tarjetas mostradas por el colegiado ya que el choque se desarrolló por los cauces normales y sólo la actitud negativa de los jugadores afeó la contienda.

El líder tiene mucho ganado para mantenerse en esa posición hasta el final de la temporada. Pablo del Pino ha sabido tejer un conjunto sólido, en el que tanto la línea defensiva como la medular, sufren contados cambios de jornada a jornada. Y eso es mucho.

El Soleá plantó cara. Y más cuando el árbitro expulsaba a Abel al filo de la media hora. Pero también saben jugar los azuliblancos con uno menos. Le bastó con replegar líneas y esperar su oportunidad a la contra. Unas ocasiones que no llegaría en la primera parte, ni por un bando ni por otro.

Comenzaron apretando los visitantes tras el descanso a sabiedas de la superioridad numérica. Intentonas que se perdían en la frontal de su rival. La tranquilidad pese a la adversidad del Ciudad Jardín también se ha convertido en un arma decisiva para que los del Antonio Puerta estén en tal privilegiada posición.

Un penalti marcado por Borja abriría la lata a favor de los locales. Muy discutido ya que el primer lanzamiento fue detenido por Mimo, pero que tuvo que ser repetido por invasión del área de dos jugadores del Soleá. Ahí se acabó el partido. Se restableció la igualdad numérica, el Ciudad Jardín se hizo con los mandos y sentenció en una contra de Remesal.