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Un equipo para la historia

  • El Barcelona mantiene la filosofía y el nivel de juego de la pasada campaña pese a caer en la Copa y la Champions · Ibrahimovic no logra seguir la estela de Eto'o

El Barcelona ya no tiene en sus manos igualar los éxitos del año pasado. Tal vez los detalles hayan sido suficientes para que cayera antes de tiempo en la Copa del Rey y la Liga de Campeones, pero el conjunto de Guardiola pasará a la historia por más circunstancias que aquellas relacionadas únicamente con los títulos.

El cuadro azulgrana logró batir todos los récords la temporada pasada e inició ésta entre dudas sobre su capacidad para reinventarse y renovar retos logrados. La realidad es que consiguió, a la espera de que la Liga convierta sus esfuerzos en recompensa, mantener el alto nivel de juego desplegado desde la llegada de Pep Guardiola al banquillo. Muchos pensarán que el equipo bajó enteros y por ello fue eliminado de Copa y Champions. Pero la realidad es que sólo faltó un gol en cada una de sus eliminaciones, quizás echó de menos un instante mágico como el de Iniesta en Londres la pasada temporada.

Ahora, su misión radica en llegar a los 99 puntos en Liga, una marca impensable y con la que lograría asegurar el título liguero pese al empuje del Real Madrid.

sin balón

El Barcelona ha mantenido el mismo bloque que logró los éxitos recientes y mantuvo también su filosofía de juego. Poco tiempo deja el cuadro de Guardiola que su adversario haga circular el balón. Sin embargo, cuando debe defender sus futbolistas también adquieren un comportamiento sobresaliente. Maxwell llegó y suplió bien a un Abidal aquejado de muchas lesiones, mientras que Puyol y Piqué se han consolidado como una de las mejores parejas de centrales de Europa, este último tomando una faceta de liderazgo que crece en las citas más importantes.

El sistema de presión azulgrana no cesa en los 90 minutos. Desde la movilidad de sus hombres de arriba hasta el empuje de hombres como Keita, Toure o Busquets; ningún movimiento parece realizado sin un estudiado objetivo concreto.

con balón

Guardiola no cambió sus cartas y el toque sigue siendo el gran elemento diferenciador de un equipo que juega de memoria. Ni siquiera cuando los huecos escasean el Barça apela al balón largo. La presencia en medio de Xavi resulta su mejor arma para construir y buscar la movilidad del resto de piezas. Algunas de ellas variaron, otras aparecieron sin siquiera esperarse, otras desaparecieron cuando sí se esperaba.

La llegada de Ibrahimovic en lugar de Eto'o cambió algunas formas de llegada, aunque el sueco encontró puerta al inicio del curso y dejó de verla con el transcurso del mismo. Pedro ha sido la gran aparición gracias a su versatilidad y su dinamismo ofensivo, aparcando el bajón de Henry, al tiempo que Bojan parece reivindicarse en este final liguero. Eso sí, entre apariciones y desengaños, Messi volvió a ser la figura que brilla con luz propia y decidió batir sus propios números goleadores dejando actuaciones para el recuerdo barcelonista.

Las variantes de este Barça son tantas que ni siquiera las lesiones de hombres como Iniesta bajaron el nivel de juego. Además, Jeffren ya asoma en un futuro que promete y que será testigo de la llegada de más promesas creadoras de ilusión y optimismo.

lo mejor

La calidad de un grupo que sigue moviendo la pelota a velocidad de vértigo ante cualquier rival.

lo peor

La dificultad, este año, para romper defensas rocosas y tácticas.

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