Sevilla f.c.

El estadio se pagará solo

  • Del Nido advierte que la inversión del nuevo Pizjuán generará recursos propios · Los accionistas aprueban un presupuesto de 87 millones y un discreto superávit de 438.000 euros

La Junta General Ordinaria de Accionistas de ayer fue de las más breves de la historia reciente del Sevilla. A la hora y poco de su inicio ya estaba en ruegos y preguntas. Con gran expectación en lo que se refiere al proyecto de remodelación del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, un vídeo con un montaje de imágenes virtuales fue prácticamente lo único con lo que se encontraron los accionistas, que quizá esperaban más detalles habida cuenta de que en años anteriores este apartado sí que ocupó mucho más tiempo con explicaciones del arquitecto Juan Antonio Balbontín. Evidentemente, la incertidumbre sobre su financiación impide al actual consejo profundizar sobre un proyecto que supondrá un coste importantísimo "de 90 a 200 millones de euros" que necesitará mecanismos de financiación que no graven la economía de la entidad.

En materia de cifras, el equipo que encabeza Del Nido presentó por quinto ejercicio consecutivo beneficios económicos, aunque mucho más moderados que en años anteriores al no haberse producido ventas de envergadura -lógicamente, Aitor Ocio no es Sergio Ramos-, aunque el orgullo contable de este grupo de gestión sigue siendo el activo de fondos positivos, 27 millones de euros, que contrasta con los 39 en negativo que la entidad arrastraba en 2002. El superávit a 30 de junio de 2007 fue cifrado por José María Cruz en algo más de 438.000 euros. El presupuesto para la presente temporada se sitúa en 86 millones en la partida de gastos y 87,2 en la de ingresos presupuestados, lo que supone un incremento de más de 15 millones con respecto al pasado ejercicio y triplicar los 26 de la temporada 2003-04, lógicamente gracias en gran parte a la presencia del equipo en la presente edición de la Champions.

Pero toda esta bonanza económica no puede con la desorbitante inversión que la sociedad acometería si se decidiera a saltar sin red en la reforma del estadio, lo que conllevaría un grave perjuicio económico. Del Nido no sabe ahora mismo cuándo podrá acometer tamaña obra. "Se llevará a cabo cuando tengamos el respaldo definitivo del Ayuntamiento y se tenga un proyecto firme de financiación que garantice que la inversión se recoja en años posteriores. Que haya seguridad total de que la amortización será soportada por los ingresos que genere el mismo proyecto en el capítulo de locales comerciales, oficinas y aparcamientos previstos". El presidente aclaró también que el consejo tiene en mente pedir un crédito del cien por cien de la inversión "sea la cuantía que sea" amortizado a 30 ó 40 años siempre sobre los recursos antes explicados y nunca siendo soportada por la economía actual del club que pueda afectar a su normal desarrollo.

Como datos reveladores de su coste, Del Nido explicó por qué la horquilla de inversión prevista es tan amplia (de 90 a 200 millones). "Dependerá de la ampliación que finalmente se haga, ya que está previsto desde 56.000 a 72.000 localidades. Tampoco sabemos si vamos a acometer la obra del aparcamiento", explicó aunque tampoco olvidó que coronar el proyecto con la visera que cubrirá las gradas puede costar desde 10 millones de euros, la opción más barata, a 22 millones, la más cara.

Éste es, posiblemente, el proyecto más ambicioso que desea acometer el actual consejo de administración, que se presentó por segundo año consecutivo con el respaldo de la presencia física de las Copas y títulos conquistados, expuestos delante de la mesa. La nueva ciudad deportiva ideada en un principio en Bollullos de la Mitación sigue en un lugar preferente entre las ideas de futuro de Del Nido. En este sentido, matizó que cuenta con el respaldo total de la Junta de Andalucía y que el freno actual se debe a una falta de acuerdo con las autoridades municipales de esta localidad aljarafeña. "No es la única posibilidad y si el Sevilla no tiene la ciudad deportiva que quiere en Bollullos no pasa nada. Tenemos el apoyo institucional de las autoridades andaluzas y estamos tratando de llegar a un punto de acuerdo con su gobierno municipal. Por eso digo: ciudad deportiva sí, pero con las condiciones que quiere el Sevilla", espetó.

Ningún punto inquietó a la mesa. Ni siquiera las quejas por la subida del precio de los abonos, la ya clásica petición de que los goles del Betis se reflejen en el marcador o que este año no fueron las goteras sino alguna estrechez... minucias ante tanta plata y tantos millones de euros a la vista.

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