El Atlético inicia hoy otro gigantesco desafío en el Vicente Calderón, lleno para un choque de estilos contra el Bayern Múnich, con una revancha pendiente desde hace 42 años. Posición contra posesión. Diego Simeone contra Pep Guardiola. La firmeza defensiva del Atlético contra los infinitos recursos en ataque del Bayern. 180 minutos, los de hoy en un Calderón repleto y los de dentro de una semana en el Allianz Arena, con un objetivo: la final de Milán.

Un partido de tanta transcendencia en lo deportivo como en lo emocional, en el anhelo de revancha que tiene el Atlético pendiente con el Bayern desde los últimos instantes de la prórroga de la final de 1974 en Heysel (1-1), perdida luego en el desempate por 4-0. Y la que tiene con la Copa de Europa, la competición que le falta en su palmarés por dos minutos, el que lo apartó del título en la final de 1974 y el que frustró su éxito en el duelo decisivo del torneo hace dos años en Lisboa con el Real Madrid, cuando lo tenía ganado hasta que Sergio Ramos empató a uno.

Desde entonces es la gran ambición del Atlético, incluido en dos de las últimas tres campañas entre los cuatro mejores del continente y en unas semifinales que enfrentarán dos formas de entender el camino hacia la victoria; la presión, la seguridad, la eficacia y el contragolpe del Atlético contra la posesión, la colección de estrellas y el juego ofensivo del Bayern. Pocos duelos enfocan tanto hacia los entrenadores, Simeone y Guardiola, dos de los mejores técnicos del mundo, y su diferencia de estilos.

El partido lo afrontará como local el conjunto rojiblanco, lanzado por cinco victorias consecutivas y sin gol en contra en 32 de sus 51 encuentros oficiales de este curso, incluidos los cuatro últimos. La prioridad del Atlético es ganar, mejor si es sin ningún gol en contra; una circunstancia que multiplicaría, en ese caso, sus opciones para la visita al Allianz Arena contra un Bayern de múltiples recursos. El centro del campo y el ataque alemán son temibles: Muller, Lewandovski, Ribery, Douglas Costa, Coman, Gotze, Arturo Vidal, Xabi Alonso, Thiago...

En su retaguardia aparece como un grupo más vulnerable y ahí buscará lastimarlo el Atlético, con el equipo siempre por encima de las individualidades, pero con un momento actual notable en Griezmann, Torres, Koke, Filipe Luis u Oblak. Sin Godín, fuera del partido por una lesión muscular, hay tres opciones para dos puestos en el centro de la zaga: Giménez, Lucas Hernández y Savic. La otra duda está entre Augusto y Carrasco, pendiente de su evolución de unas molestias en el tobillo.

Enfrente está el Bayern, que llega a un paso de asegurarse su cuarta Bundesliga consecutiva. En todo el curso, ha sufrido tres derrotas, dos en liga con el Mainz y el Borussia Mönchengladbach y una en la Champions con el Arsenal. En la Copa, está en la final y ahora los partidos con el Atlético representan la posibilidad de superar la asignatura pendiente de la era Guardiola: el triplete.

El Bayern llegó a Madrid sin Robben ni Badstuber, mientras que Boateng ha vuelto a entrenarse pero es poco probable que Guardiola, tras tres meses de baja por una lesión muscular, se arriesgue a hacerlo reaparecer. Por ello, los centrales serían Javi Martínez y Kimmich. En los laterales deberán estar Lahm y Alaba, aunque el austriaco también podría jugar como central por Kimmich, con lo que se abriría un puesto para Bernat. Por delante se espera a Xabi Alonso y Vidal. Los cuatros de arriba serían Douglas Costa, Müller, Ribery y Lewandowski. La zona donde Guardiola puede dudar es la banda derecha, en la que, en el lugar de Costa, podría apostar por Coman, algo más hábil para enfrentarse a defensas cerradas como la rojiblanca.