Las personas que van a contracorriente son a veces catalogadas erróneamente como locas, pero los grandes cambios de la Humanidad empiezan siempre con una locura. También en el deporte. En los años 60 un joven Dick Fosbury decidió utilizar una nueva técnica de salto, y en los Juegos Olímpicos de 1968 cambió para siempre la historia del atletismo.

Algo parecido, salvando las distancias, le ocurrió en su día a Sandra Corcuera, una atleta catalana que un día decidió correr hacia atrás. En la actualidad es tetracampeona mundial de retrorunning , una modalidad apenas conocida en España con muchos detractores, pero que empieza a abrirse paso en el resto del mundo.

"Soy atleta y coleccionista, así que decidí unir mis dos pasiones coleccionando el máximo de carreras que puedo. En 2007, buscando nuevos retos y objetivos, me apunté a una carrera con un título extraño: "Retrorunning". Cuando me planté en la línea de salida, me dijeron que se trataba de correr de espaldas como diversión. En ese momento aluciné", recuerda.

Aun así no se acobardó y decidió probar suerte. 1.500 metros que se le hicieron eternos. "Cuando llegué a casa me puse a investigar y descubrí que en EE.UU. algunos atletas lo usaban para la prevención y recuperación de lesiones, así que me decidí a incluir quince minutos a mis entrenamientos a ver qué tal me iba", explica Sandra. Con el paso del tiempo esos breves minutos se convirtieron en toda su vida.

En 2011, después de obtener el bronce en el Campeonato de Maratón de Cataluña, se enteró de la celebración de unos mundiales de retrorunning para el siguiente verano, y se decidió a prepararlos en cuerpo y alma. Aquel fue su primer título mundial y, desde entonces, ha sumado tres más hasta convertirse en lo que es hoy: tetracampeona del mundo.

Conocida en todo el mundo, en su país natal sus hazañas no han sido del todo valoradas. Esta modalidad genera escepticismo, y aún queda un largo camino para que cale entre los españoles. "En España no está reconocido como deporte y no recibo ayudas de ningún tipo. No hay federación", lamenta Corcuera, que no dispone apenas de patrocinadores que financien sus necesidades básicas para competir en el que podría ser su quinto título mundial este verano. Si no consigue ayudas, no podrá asistir. De momento cuenta con algunas empresas colaboradoras para gestionar ciertos temas, como disponer de algo tan básico como unas zapatillas de nivel.

En 2005, atletas alemanes, suizos, franceses y austriacos crearon la International Retro Running Association (IRRA), federación internacional de este deporte, con el objetivo de crear los mundiales que desde el 2006 se vienen celebrando cada dos años. "Los países con más apoyo son Alemania, que tiene atletas profesionales y, por tanto, son los mejores del mundo, e Italia, con una federación propia y un circuito de carreras donde se celebran competiciones durante todo el año", argumenta la atleta que, gracias a sus apariciones en distintos medios de comunicación, ha conseguido que se empiece a practicar en España y, sobre todo, en Latinoamérica.

Para los más reacios, Sandra conoce numerosos estudios que demuestran los amplios beneficios de esta modalidad. "Según universidades americanas, inglesas e italianas disminuye las lesiones tendinosas por impacto (especialmente las rodillas) y por equilibrio de la musculatura, tan típicas en atletismo, y además se consume un 30% más de calorías que hacia adelante y se mejora el VO2", defiende. Sin embargo, Sandra tiene claro que en el equilibrio está el éxito y que para mantener una musculatura compensada y libre de lesiones, lo mejor es compaginar la carrera hacia adelante con el retrorunning.

Ante el miedo que pueda generar correr hacia atrás, Corcuera asegura que nunca se ha caído. "Las pruebas se disputan casi siempre en pista, por lo que te guías por las líneas del suelo y apenas hay que girar la cabeza. Mi recomendación es que se haga una iniciación andando y se practique en circuitos cerrados y con alguna referencia para guiarse", explica.

Para este 2016, Sandra no pierde de vista nuevas metas a pesar de los obstáculos económicos. "Mi objetivo es el medio maratón en los mundiales de Essen (Alemania) de cara a realizar un maratón y, si es posible, batir el récord femenino, que actualmente está en 4 horas y 42 minutos", concluye.