Una de cal y una de arena en el infernal viaje a tierras rusas, que durará cerca de siete días desde la salida el pasado domingo a la llegada de esta noche. Al Cajasol se le aparecieron de nuevo los fantasmas de equipo ramplón, endeble y perdedor en la pista del Lokomotiv Rostov (63-61), después de mejorar muchísimo sus prestaciones en la cancha del Ural Great. La consecuencia fue la segunda derrota en el Top 16 de la Eurochallenge y el triple empate que mantiene a las dos tropas ex soviéticas igualadas a los hispalenses con un triunfo y dos derrotas, teniendo prácticamente atado el billete a los cuartos el Proteas chipriota.

La tendencia alcista experimentada por el Cajasol en sus últimos encuentros ligueros, con dos éxitos y un tropiezo tras dos prórrogas contra el Real Madrid, amén del triunfo en Perm quedó cortada en seco en Rostov sobre el Don, donde juega un Lokomotiv que no había estrenado el casillero de victorias en el Top 16 y que se ayer se apuntó al carro para intentar meterse como segundo de grupo, liderado por su reciente fichaje Capin y House.

El espantoso comienzo de los sevillanos no tuvo explicación, siendo los locales quienes contaban con la presión de vencer por obligación. Salieron los rusos como cohetes para lograr un parcial inicial de 11-2 (minuto 5).

La reacción cajista llegó de la mano de Savanovic y Miso, que aparecieron en la cancha para igualar el encuentro al término del primer cuarto, aunque el acierto exterior del base balcánico Capin volvió a darle una buena renta (24-14) al Lokomotiv mediado el segundo periodo. De ahí hasta el descanso, Cajasol intensificó su defensa y logró marcharse al vestuario con una exigua renta (34-35), gracias a un triple de Miso que le daba la segunda ventaja del choque.

Los tres últimos minutos del tercer cuarto sentenciaron el partido, ya que el Lokomotiv logró un contundente parcial de 15-0 (se pasó del 37-42 al 52-42) que desequilibró el choque gracias a tres triples casi consecutivos de los rusos y a una falta antideportiva señalada a Joaquín Bonhome.

Los jugadores de Pedro Martínez, conducidos por Milisavljevic, trataron de reaccionar y llegaron a estar un punto abajo merced a un dos más uno del base serbio (56-55, minuto 37), pero el acierto del escolta estadounidense Fred House permitió cantar victoria al Lokomotiv.

Los fantasmas asoman otra vez cuando ya debían estar olvidados por completo, aunque el Caja ahora disfrutará de dos semanas sin competir en la ACB.