Waterpolo l División de Honor

Un final con esperanza

  • El CW Sevilla volvió a perder, pero dio una buena imagen en el último cuarto

Definitivamente, no está siendo buena la temporada del Club Waterpolo Sevilla tras el ascenso a la División de Honor. Habrá que tener paciencia en la espera del ansiado triunfo del equipo sevillano, quizá el del honor, que habría de acabar con la presión que supone no haber estrenado aún su casillero de triunfos.

Pese a lo propicio del choque de ayer, el CW Sevilla volvió a salir derrotado. Esta vez, ante un Sant Andreu de Barcelona que coincidió en el cruce de promoción de la anterior campaña con el club hispalense. Era una buena forma de medir el potencial de los jugadores de Tano Ordóñez ante un apriorístico semejante. Pero sólo a priori, solamente a inicios de la presente temporada. El trancurso del año ha venido a colocar al Sant Andreu entre los puestos cómodos de la tabla clasificatoria. Sus aspiraciones han cambiado. De ser un asiduo en las promociones de descenso, de ostentar la dudosa etiqueta de equipo ascensor, el conjunto catalán ha trocado en ser aspirante a la Fase Final de la Copa del Rey. La clave ha consistido en el acierto de los fichajes durante el periodo estival, cuando llegaron el joven holandés Jeroen Cavalje y el australiano John Cotterill, jugadores importantes en el partido de ayer.

Los jugadores sevillanos se vieron desbordados en todo momento por un Sant Andreu que ya dominaba el encuentro al descanso, con una diferencia de cuatro tantos a su favor (3-7). Los jugadores de Manolo Suárez pudieron ampliar su renta en el tercer cuarto, cuando lograron un parcial de 1-4 que les catapultó hasta el 4-11 a falta de los últimos ocho minutos del encuentro. En el último periodo, los sevillanos consiguieron nada menos que cinco tantos, más que en los tres parciales anteriores, hecho meritorio habida cuenta el transcurso del partido.

Esta progresión final se debió a un mayor tino del CW Sevilla en varias facetas del juego, mayormente en las relacionadas con la defensa de los contraataques rivales. Con todo, como en el resto del partido, el conjunto catalán supo sacar provecho de las superioridades numéricas. Pero continúa la rémora de la falta de gol. La disposición de los sevillanos en las jugadas de ataque requiere sosiego para elegir la mejor opción de lanzamiento a portería, sin duda, la asignatura pendiente de los hombres de Tano, en la que el entrenador deberá incidir para mejorar sus números y hacer más trabajadas las derrotas.

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