El gol, ese don tan preciado en el fútbol, sitúa la gran diferencia entre el Real Madrid y el Barcelona. Mientras el líder revienta marcadores, el equipo azulgrana se lamenta de la poca rentabilidad y los malos tiempos de sus cuatro fantásticos. La enorme diferencia entre las delanteras de los dos equipos se vio en la última jornada de Liga. El Real Madrid venció el domingo por un escandaloso 7-0 al Valladolid y aumentó a ocho puntos su ventaja sobre el Barcelona, que el sábado no pasó del empate a un tanto ante el Sevilla. Tras un fin de semana de tantos contrastes, Madrid es una ciudad eufórica y Barcelona se sume en la depresión.

El Real Madrid tiene una pegada mortal, que el Valladolid sufrió. De hecho, el líder no necesitó jugar a su mejor nivel para conseguir la mayor goleada de la presente Liga. Y la logró jugando al contraataque. El equipo de Bernd Schuster lleva 53 goles en 23 partidos, con una media de 2,3 tantos por encuentro. Además, posee a dos de los mejores goleadores del torneo: Van Nistelrooy acumula 12 tantos y Raúl ya lleva 11.

La goleada también sirvió para reanudar un debate clásico en España: Raúl y la selección. A la discusión también se sumó el centrocampista Guti, que hizo dos goles y dio todo un recital de pases. Son días de vino y rosas en la capital de España.

Y, de paso, el Real Madrid recuperó para la causa al holandés Robben, el fichaje más caro esta temporada, quien marcó un gol y jugó un encuentro completo. Puede ser un arma de enorme valor si le respetan las lesiones.

La otra cara se vive a 600 kilómetros de Madrid. Barcelona esperaba con interés la resolución del partido del líder, pero el Real Madrid no sólo convirtió el empate azulgrana en algo parecido a una derrota, sino que lo hizo con un puñetazo en la mesa.

El Barcelona volvió a atascarse en ataque y sumó su séptimo partido consecutivo sin marcar más de un gol. Algo que nadie sospecharía al comienzo de la temporada, cuando se hablaba de la delantera más lujosa del planeta atendiendo a los nombres de Henry, Messi, Eto'o y Ronaldinho.

Las críticas son virulentas contra Ronaldinho, que volvió a decepcionar en Sevilla. Fue suplente, actuó 45 minutos y no sumó nada. La prensa vuelve a recordar su vida privada, su gusto por las fiestas y su disgusto con los entrenamientos. Lo que un día fue y hoy no es. Pero los reproches alcanzan a todos, como opinó ayer el diario Sport: "Ninguno de los jugadores que tienen que marcar la diferencia la están marcando. Henry está ya casi como Ronaldinho. Y, por lo que se ve, hasta Messi está cayendo en la dejadez de los astros".

La próxima jornada podría marcar un punto de inflexión para el devenir de una Liga, a la que todavía le quedan 15 partidos. El Real Madrid visita al Betis y el Barcelona acude a La Romareda. El líder vive tranquilo en su pedestal, y la tormenta se atisba en la capital catalana.