Cada jornada que pasa queda más claro que los partidos del Sevilla Atlético cobran emoción y especial relevancia en los minutos finales. Si hace dos semanas ante el Salamanca llegaba el triunfo sobre la hora y hace siete días en Vitoria se probó la amarga sensación de la derrota sobre la hora, el filial volvió a dejar lo más interesante para los últimos minutos. Un golazo de Alfaro desde 30 metros en el minuto 90 le dio los tres puntos al equipo franjirrojo frente a un Córdoba que pecó de excesivo conformismo. Además, el Sevilla Atlético sumó los tres puntos por primera vez ante un equipo andaluz después de seis duelos en la primera vuelta.

El equipo que dirige Fermín Galeote demuestra, semana a semana, que está hecho a la categoría. De hecho, su fútbol se asemeja más a un conjunto veterano en la categoría que a un recién ascendido y lleno de jóvenes valores, algunos de ellos que piden a gritos paso a una plantilla de Primera División. Alfaro es buena prueba de esta afirmación. El de La Palma ha vuelto a ser ese jugador desequilibraste que sorprendió en sus pocos partidos con el primer equipo de la mano de Juande.

El encuentro no empezó bien para los intereses del filial. El Córdoba de Paco Jémez es una escuadra bien trabajada y que concede muy poco al rival, más aún cuando juega como visitante. El conjunto verdiblanco cedió el control de la pelota a los locales, pero los sevillistas no elegían correctamente la mejor opción para inquietar la portería de Julio Iglesias. Alfaro y Pablo Sánchez entraban continuamente por el costado derecho, aunque se empeñaban en colgar el balón sobre el punto de penalti con la única referencia de Juanjo. Pierini y el ex sevillista Pablo Ruiz despejaban cómodamente.

Por su parte, el Córdoba esperaba pacientemente que el partido le ofreciese la oportunidad de acercarse con peligro a los dominios de Javi Varas. Y esta opción llegó muy pronto. En el minuto 13, uno después de que Alfaro diese el primer susto con un disparo lejano, Arthuro colocó el 0-1 en el electrónico. El delantero cordobesista se aprovechó de un fallo de Jonathan que, al tratar de cortar un avance local, habilitó al jugador rival. Arthuro batió a Varas con un tiro raso en el uno contra uno. Fuerte golpe para el equipo nervionense en un choque que controlaba sin problemas. Los más de 2.000 aficionados del Córdoba estallaron de júbilo.

Este tanto afianzó el estilo de juego de los visitantes. El balón era para el Sevilla Atlético, aunque la producción ofensiva era nula. Los argentinos Diego Perotti y Armenteros no entraron nunca en juego. El extremo, sobre todo, mostró una apatía impropia en un futbolista de sus cualidades. Perotti nunca se atrevió a encarar a su par y se mantuvo escondido la mayor parte del encuentro. El único peligro del lado izquierdo del ataque llegaba de las botas de Casado, por lo que el equipo nervionense se vio obligado a fabricar todas sus jugadas en la banda contraria.

Con la ventaja verdiblanca en el marcador se llegó al descanso. Tras la reanudación, el panorama parecía que no iba a cambiar mucho, aunque el entrenador visitante cayó en el error de colocar un par de pasos atrás a su defensa, con lo que los escasos acercamientos del Sevilla Atlético cobraban un mayor peligro. La primera ocasión para el filial la tuvo Armenteros en el primer minuto. El argentino se encontró solo dentro del área con un balón rechazado al segundo palo. Su disparo se marchó alto. Era el primer aviso sevillista.

El siguiente se hizo esperar un poco, pero significó la igualada. Casado lanzó un golpe franco directo sobre la portería de Julio Iglesias, el meta cordobesista no acertó a despejar la pelota y Pablo Sánchez, libre de marca, colocó la pelota en el techo de la red para establecer el 1-1. Lo mejor quedaba para el final. Segundos antes de cumplirse el minuto 90, Alfaro, con una falta desde unos 30 metros, lanzó un tremendo derechazo que se coló por la escuadra. Un golazo que supone tres puntos más para este imponente filial.