Fútbol l Primera Divisiónla pelota de papel

Un invierno que vale un récord

  • El Real Madrid es el campeón honorífico del ecuador del torneo proclamado con más puntos desde que la victoria vale tres · La diferencia que los de Schuster sacan al Barcelona es reveladora pero no definitiva

El Real Madrid últimamente es una caja de sorpresas. El que no cambia a la hora de llevarse los elogios es Casillas, pero en lo demás todo fluctúa casi en cada semana y, por supuesto, de una temporada a otra. Raúl pasa de que lo manden continuamente al cementerio de elefantes a volver a ser encumbrado como el mejor. El juego de Van Nistelrooy no le gusta a nadie, pero se hincha a meter goles. Capello es vilipendiado, pero gana la Liga en una segunda vuelta con la gorra... Como se verá, todo es relativo en el reino merengado.

Schuster tiene mejor prensa que el italiano, aunque también saca a paseo de vez en cuando ese puntito entre retranca y mal ángel producto de la tierra de Baviera. Sin embargo, ahí está. Reconoce que gana con suerte al peor colista de los últimos tiempos, pero se da la curiosidad de que esos puntos birlados al Levante con la ley del mínimo esfuerzo le han servido al alemán para convertir al Real Madrid en el campeón de invierno más potente de los últimos tiempos. El equipo del Santiago Bernabéu ha completado la primera vuelta con 47 puntos, una marca que hasta ahora no había alcanzado nadie desde que se instauró la Liga de los tres puntos, una cifra que de seguir la misma progresión colocaría al Madrid al filo de la centena. Schuster se ventila así de un plumazo el anterior récord en poder del Barcelona, que hizo 46 en la temporada 2005-06, en la que ganó el título con 82, curiosamente menos puntuación final que un año antes, cuando fue campeón de invierno con 45 y terminó con 84. Hay una excepción no válida con los 49 puntos que sumó el Atlético del doblete precisamente en la primera Liga en que la victoria valía tres y es que aquel torneo fue un tanto especial al haber 22 equipos en Primera, es decir, 42 jornadas y 21 por vuelta en lugar de 19.

terreno liso

El aficionado mira la clasificación y se preguntará: ¿estamos ante la vuelta a los tiempos en que la Liga era un paseo para el Madrid? Los siete puntos de ventaja con respecto al Barcelona con que ha llegado al ecuador se convierten en un dato revelador, pero, evidentemente, no definitivo. Lo que sí es cierto es que el equipo de Rijkaard, con Messi y Bojan eclosionando y Henry y Eto'o resurgiendo aunque éste se vaya unas semanas, puede reaccionar en cualquier momento. El efecto Ronaldinho ha tenido el freno que siempre traen estas cosas, pero, como quedó dicho antes con respecto al Madrid, todo es relativo. La depresión del brasileño sirve de alegría para otros y el año se le está pasando al genial diez del Barcelona casi sin que se hable de su suplencia. Porque como siempre en estos casos, fue una caja de resonancia que tuvo su momento y que luego se fue amortiguando.

Con todo, lo que sí está más claro es que, en todo caso, los de Schuster sólo tendrán este año a ese enemigo, el Barcelona. Si la temporada pasada el Sevilla de Juande fue un excelente animador del torneo hasta su última jornada, las circunstancias han cambiado mucho en el presente. Villarreal, Espanyol y Atlético se han colocado en el escalón inferior aprovechando el renuncio de sevillistas y valencianistas. Porque ésa es otra: la decepción sigue de ocupa en Mestalla tanto con Quique Flores como con Koeman.

Pero es una Liga apretada en la que el acordeón respira por arriba y se constriñe por el medio. Los siete puntos con que el Madrid saca pecho son los que se echan de menos más abajo. Debe ser por eso que hay dos puntos entre el décimo y la zona de descenso. Puestos a hacer cábalas, también será que los que luchan en los sótanos tienen los que estarían en el casillero de un colista más decente que el Levante.

Ninguna Liga es igual a la anterior. Por eso, nunca se había visto a un campeón de invierno con 47 puntos. Por eso también desde la 97-98 no se veía un colista con menos puntos que los 8 del Levante. Era el Sporting, con 3.

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