Baloncesto l Cajasol

Uno que llega y otro que está loco por irse

  • Tucker se entrenó por primera vez con sus compañeros y Pecile, que lo hace en solitario, confía en cerrar pronto su salida

Clay Tucker conoció ayer a sus nuevos compañeros, que llegaron el miércoles pasadas las 23:00 procedentes de Chipre, se entrenó por primera vez con ellos y por la tarde cogerá rumbo a Vitoria para debutar en la ACB con su nuevo equipo contra el campeón de la Copa del Rey. Un estreno de órdago.

El último fichaje del Cajasol, que lucirá el dorsal 24, aseguró encontrarse "muy bien físicamente y con muchas ganas de trabajar con el grupo". Bienvenido, porque hace falta mucho compromiso para sacar al conjunto sevillano de la cola de la clasificación. Y es que el ex del BC Kiev quiere reivindicarse tras su exiguo paso por las ligas rusas y ucranianas en las que no pudo repetir los números de la campaña pasada en Téramo. "Me siento muy afortunado por la oportunidad que me ha dado el Cajasol de venir a un club como éste, en la mejor liga de Europa y la segunda mejor del mundo", indicó el escolta, que destaca por su potencial desde el perímetro, "sus dotes defensivas y su capacidad de liderazgo". "Haré todo lo que esté en mi mano para ayudar al equipo y asegurar su permanencia en la ACB", señaló el estadounidense, que, sin ser el salvador de nada, viene a "a sumar y a hacer todo lo que el entrenador me pida y que los compañeros necesiten: correr, anotar, defender… Todo lo que sea necesario para que la trayectoria del equipo sea cada vez mejor".

Uno que viene con mucha ilusión, y otro que está ilusionado con irse. No en vano, Pecile sigue trabajando en solitario, apartado del grupo, a la espera de confirmar de una vez su salida de la entidad hispalense. El problema no es tanto el acuerdo con el Caja, con el que incluso podría tener cerrado ya los términos del finiquito de su contrato, sino el hecho de encontrar un equipo que satisfaga sus pretensiones deportivas y económicas.

El jugador transalpino ha recibido hasta cinco ofertas de la Lega Due, pero al escolta no se le pasa por la cabeza jugar en la Segunda italiana. No obstante, la semana próxima será clave, ya que el día 3 se reabre en su país el plazo - que se extenderá hasta el 10 de marzo- para incorporar nuevos efectivos. De hecho, el jugador confía en concretar su traspaso en ese tiempo, pese a que ningún equipo se ha dirigido formalmente aún hacia él. Alguno como el Eldo Caserta sí que lo ha tanteado, pero problemas económicos del club provocaron que ni siquiera hubiese negociación.

Con esta situación, ahora se abre otra vía para Pecile: la vía turca. El Efes Pilsen está pendiente de confirmar el grado de la lesión de Milos Vujanic; si se alargase más de lo inicialmente esperado, el club se ha fijado en Pecile para remplazar al serbio. De hecho, los primeros contactos entres ambas partes ya se han producido, pero, de momento, no ha pasado de ahí.

Regresar a Italia es la primera opción del escolta italiano, si bien no desecha la opción de cambiar de aires y hacer las maletas hacia Grecia o Turquía. En cualquier caso, según su entorno, Pecile no está nervioso. Y eso que el tiempo corre en su contra, porque mientras más se acerque el final de curso más complicado será que encuentre acomodo en algún conjunto de nivel. Por si acaso, sigue trabando en solitario para mantener el tipo.

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