Alberto Contador, líder del Giro de Italia, afrontará en situación envidiable los últimos cinco días de carrera, y a pesar de que se mostró cauto en espera del Mortirolo y la cronometrada final, el madrileño, que señaló a Ricco y Simoni como rivales más peligrosos, hizo un balance "buenísimo" hasta la segunda jornada de descanso, que se vivió en el día de ayer, convencido de que "ha merecido la pena" venir a la carrera italiana, que en principio no entraba en los planes de su equipo, el Astana, por la negativa de las grandes carreras a dejar participar a un equipo salpicado en la trama de dopaje.

La salida de los Dolomitas ha reforzado la prenda rosa en las espaldas de Contador, quien valoró su puesto a pesar de las dificultades iniciales. "El balance es buenísimo en general. El primer día de montaña no me salió tan bien como me hubiera gustado, no estuve fino, no sé si por la alergia o porque era el primer día de alta montaña, pero perdí un tiempo que no debía", dijo.

Contador señaló que un día después, recuperó las mejores sensaciones: "En la Marmolada ya me sentí mucho mejor y gané en confianza para la contrarreloj, donde he podido mantener a raya a mis rivales e incluso ganar tiempo con algunos. Si antes de empezar la montaña me dicen que salgo de la etapa 16 con 41 de ventaja, lo hubiera firmado".

El vencedor del Tour de Francia admitió que pensó en alguna ocasión en abandonar la carrera, pero el día a día le permitió ir a más y sentirse más tranquilo. Sin presión alguna, durmiendo bien, el español ha sabido adaptarse a una carrera en la que no esperaba participar.

En el sprint final del Giro, y con la jornada de descanso en medio, Contador señala como citas clave la etapa del sábado con el Mortirolo y la cronometrada final, en las que los principales rivales serán los italianos Riccardo Ricco y Gilberto Simoni. "Voy a aprovechar el día de descanso a tope, luego a ver cómo salen los cinco días que quedan. Hay dos etapas no demasiado problemáticas, en las que habrá que controlar un poco las bonificaciones, y luego otras dos de montaña. En la que termina en alto espero que las diferencias sean pequeñas, más o menos como hasta ahora, y el día del Mortirolo está claro que será muy duro. Puede haber carrera desde el principio. Los rivales más peligrosos serán Ricco y Simoni", explicó.

"El equipo está muy bien, muy motivado y con todos los corredores dispuestos a trabajar para ganar. Tener a compañeros como Kloden y Leipheimer es una garantía y te da mucha confianza. Tengo plena confianza en ellos y la prueba de ello es que en la contrarreloj, en vez de disputarla, se han dejado ir. Eso es una señal de que todos están por el equipo", dijo. Contador, que vive la experiencia de ser líder "con mucha alegría", destacó el cariño que le dispensa la afición italiana y la satisfacción de haber venido a la carrera rosa. "Ha merecido la pena", recalcó.